Hoy se hará una nueva audiencia por el juicio que se le sigue a Jorge Luis Dávila, joven acusado de asesinar y arrojar a un canal el cuerpo de su pareja y compañero de trabajo Gustavo Edgardo Herrera, hecho ocurrido el mes de febrero de 2010 en la ciudad de Perico.
inicia sesión o regístrate.
Hoy se hará una nueva audiencia por el juicio que se le sigue a Jorge Luis Dávila, joven acusado de asesinar y arrojar a un canal el cuerpo de su pareja y compañero de trabajo Gustavo Edgardo Herrera, hecho ocurrido el mes de febrero de 2010 en la ciudad de Perico.
La semana pasada se realizó la inspección ocular, tanto en el lugar donde habría sido asesinado a golpes Herrera, como así también los últimos lugares que recorrió estando con vida, teniendo en cuenta que la geografía del predio detrás del hospital “Arturo Zabala” es totalmente distinta a la de hace cinco años. Con referencia a los efectivos policiales que intervinieron en los hallazgos, se pudo establecer los puntos y distancias del lugar del hecho, donde fue hallado el cadáver y donde fue encontrada la motocicleta del locutor y una prenda de vestir.
Herrera había concurrido horas antes de su muerte a un almuerzo con motivo de festejar el “martes de chaya” a la vivienda de su amiga Yolanda Calisaya, ubicada en el barrio La Esperanza, acompañado de su entonces pareja Dávila y su amigo Ariel Iraula.
Allí había bebido demasiado alcohol y se descompuso en varias oportunidades, razón por la que Dávila decidió llevarlo supuestamente a su casa entre las 18.30 y 19.
Por otra parte quedó constatado que desde la vivienda del barrio La Esperanza hasta el domicilio de Dávila en el barrio San Roque, no es necesario pasar por el predio detrás del hospital “Arturo Zabala”, por donde corre un canal de riego conocido por los lugareños como “el canal de la muerte”, inmediaciones donde fue hallado el cadáver de Herrera, su camisa en otro sector y la motocicleta en otro.
El juicio está en sus instancias finales y se estima que al corto plazo se realice la producción de los alegatos, ya que antes de la inspección ocular había concluido la recepción de pruebas testimoniales ya establecidas y las que fueron surgiendo en el proceso de los debates.