Una jornada que prometía ser calma, con escasos porcentajes de humedad y altas temperaturas, en pocos minutos adquirió características totalmente opuestas, con fuertes lluvias, granizo y ráfagas de viento.
Es que apenas comenzada la tarde de ayer, el cielo que desde la mañana estaba despejado y con el sol a pleno, de a poco comenzó a cubrirse para finalmente desatar una tormenta con fuertes vientos que provocaron voladuras de techo, caídas de ramas y arboles y anegamientos en numerosas arterias.
A pocos minutos de iniciar las precipitaciones, comenzó también la caída de granizo; si bien las piezas no alcanzaron grandes dimensiones, el fenómeno movilizó a numerosos automovilistas quienes buscaron rápidamente un resguardo para sus vehículos.
Por otra parte, la gran cantidad de agua que precipitó, en pocos minutos provocó la inundación de calles y algunas viviendas, siendo las zonas más afectadas Alto Comedero y Punta Diamante. Sin embargo, desde el área de Defensa Civil, afirmaron que no se registraron denuncias ni pedidos de asistencia.
De igual modo, las fuertes ráfagas de viento ocasionaron voladuras de techos, y caídas de arboles en distintas zonas de la ciudad, como sucedió en la esquina de calle San Martín y Argañaraz donde un árbol debió ser removido por personal comunal, tras caer sobre el asfalto.
Asimismo el fuerte temporal dejó sin servicio eléctrico a algunos sectores de la provincia, los cuales también se vieron afectados.
Cabe destacar que en la jornada de ayer la máxima fue de 36 grados, sin embargo a raíz de la tormenta, hubo un rápido y notable descenso.