Pese a la intensa lucha inicial de Hezbolá contra Israel, en los últimos meses se ha dedicado a combatir a rebeldes y yihadistas del Estado Islámico (EI) junto al ejército de Al Asad.
Por su grado de implicación en Siria y la fragilidad del Líbano debido al conflicto sirio, es poco probable que el movimiento responda con contundencia a Israel, abriendo un nuevo frente.
Los analistas consideran que Hezbolá deberá encontrar una respuesta adecuada que no desencadene las hostilidades ya abiertas. "Hezbolá no puede responder masivamente, porque si lo hace, habrá otra guerra. Además Hezbolá está en Siria, por lo que no está preparado para combatir contra Israel", consideró Hilal Khashan, profesor en la Universidad de Beirut.
El jefe de Hezbolá, Hasan Nasralah, había anunciado el jueves por primera vez que su partido posee desde 2006 misiles iraníes Fateh-110 capaces de cubrir todo el Estado israelí.
Con este bombardeo, "los israelíes han mostrado que Hezbolá estaba tirándose un farol", cree Khashan, ya que si el movimiento puede lanzar ataques a pequeña escala, como la bomba que reivindicó haber lanzado el año pasado cerca de la frontera con Israel, se abstendría de toda acción de envergadura.
Líbano continúa técnicamente en guerra con Israel, que ocupó el sur del país durante 22 años, hasta el año 2000.