El titular del juzgado rechazó la pretensión de la
fiscalía, que quería archivar la investigación, por la existencia de "indicios suficientes" de que el delantero pudo "haber conocido y consentido la creación de una estructura societaria ficticia".
El juez Gavá ordenó así continuar el proceso y fijó un plazo de 10 días a la fiscalía y al abogado del
Estado para que soliciten la apertura de juicio oral o el sobreseimiento.
El rosarino se desvinculó el año pasado de la gestión financiera de su patrimonio y de las acusaciones de evasión
fiscal. "De eso no sé nada, hay asesores y abogados que manejan estas cosas y confiamos en ellos", aseguró entonces. Posteriormente, desembolsó una cifra cercana a los cinco millones de euros (6,7 millones de dólares) para intentar saldar su deuda con el fisco español.
La actuación judicial emitida apuntó que el accionar financiero ideado por los asesores de Messi "tenía como única finalidad eludir el cumplimiento de las obligaciones tributarias derivadas de los ingresos generados por la explotación de sus derechos de imagen".
La decisión de la justicia deja al crack rosario a un paso de sentarse en el banquillo de los acusados por tres delitos contra la Hacienda Pública, penados cada uno con entre uno y cuatro años de prisión, además de la liquidación de la deuda y el pago de una multa que va entre el doble y seis veces lo defraudado.
La evasión se deriva de la gestión de los derechos de imagen del jugador y el monto asciende a 4,1 millones de euros. El pasado 17 de junio, la fiscal del caso, Raquel Amado, solicitó el sobreseimiento de Lionel Messi y que la causa continuara sólo contra su padre, gestor de los derechos de imagen de su hijo.
Por el contrario, el juez afirma que hay una "probabilidad razonable" de comisión de delito, ya que el futbolista y su padre, como representante, "de manera conjunta y mediando acuerdo", dejaron de pagar a la Agencia Tributaria y crearon " empresas de nula actividad" en paraísos.
El titular del juzgado rechazó la pretensión de la
fiscalía, que quería archivar la investigación, por la existencia de "indicios suficientes" de que el delantero pudo "haber conocido y consentido la creación de una estructura societaria ficticia".
El juez Gavá ordenó así continuar el proceso y fijó un plazo de 10 días a la fiscalía y al abogado del
Estado para que soliciten la apertura de juicio oral o el sobreseimiento.
El rosarino se desvinculó el año pasado de la gestión financiera de su patrimonio y de las acusaciones de evasión
fiscal. "De eso no sé nada, hay asesores y abogados que manejan estas cosas y confiamos en ellos", aseguró entonces. Posteriormente, desembolsó una cifra cercana a los cinco millones de euros (6,7 millones de dólares) para intentar saldar su deuda con el fisco español.
La actuación judicial emitida apuntó que el accionar financiero ideado por los asesores de Messi "tenía como única finalidad eludir el cumplimiento de las obligaciones tributarias derivadas de los ingresos generados por la explotación de sus derechos de imagen".
La decisión de la justicia deja al crack rosario a un paso de sentarse en el banquillo de los acusados por tres delitos contra la Hacienda Pública, penados cada uno con entre uno y cuatro años de prisión, además de la liquidación de la deuda y el pago de una multa que va entre el doble y seis veces lo defraudado.
La evasión se deriva de la gestión de los derechos de imagen del jugador y el monto asciende a 4,1 millones de euros. El pasado 17 de junio, la fiscal del caso, Raquel Amado, solicitó el sobreseimiento de Lionel Messi y que la causa continuara sólo contra su padre, gestor de los derechos de imagen de su hijo.
Por el contrario, el juez afirma que hay una "probabilidad razonable" de comisión de delito, ya que el futbolista y su padre, como representante, "de manera conjunta y mediando acuerdo", dejaron de pagar a la Agencia Tributaria y crearon " empresas de nula actividad" en paraísos.