El segundo proyecto que dirige Gaspar se desarrolla en la ciudad de San Pedro de Jujuy y tiene un enfoque más específico: la búsqueda de plantas nativas tapizantes o cubresuelos con valor ornamental, también con una visión sustentable.
"El césped tradicional es muy demandante, requiere riego frecuente, fertilización y mantenimiento constante. En cambio, buscamos nativas que puedan cubrir el suelo con menor consumo de agua y menores costos de cuidado. Si además tienen flores, ofrecen un valor agregado", explicó.
Para ello ya se inició un convenio con la Municipalidad de San Pedro y comenzaron las colectas de material vegetal en la ciudad y alrededores. Una vez que son cultivadas, el objetivo es analizar su comportamiento en espacios públicos y evaluar cuánto tardan en cubrir el suelo, su resistencia y su aporte ornamental.
Sostuvo que en la zona conocida como el Ramal jujeño, gracias al clima más cálido, las gramíneas permiten mantener un césped verde todo el año, a diferencia del Valle de Jujuy; pero la limitante es el agua, cada vez más escaso. "Con cubresuelos nativos buscamos una alternativa más sustentable", precisó.