En una muestra de profunda devoción y amor por las costumbres del Norte, cientos de gauchos y paisanas de distintos puntos de la provincia se congregaron en la capital jujeña para participar de la tradicional peregrinación al Santuario de la Virgen de Río Blanco y Paypaya. La jornada, que combina fe y tradición, marcó el cierre de las celebraciones patronales del mes de octubre y dio inicio al mes de la Tradición.
Desde las primeras horas de la mañana, los jinetes comenzaron a concentrarse frente a la Iglesia Catedral, punto de partida de la caravana. Ataviados con sus mejores galas, luciendo sombreros, botas y ponchos de vivos colores, los gauchos partieron entre oraciones y aplausos rumbo al santuario. Con paso firme, recorrieron las calles Sarmiento, San Martín, Caseros e Italia, para luego continuar por el badén del Cementerio El Salvador, seguir por Hipólito Yrigoyen y Párroco Marshke, y finalmente empalmar con la ruta provincial N°1 hacia Río Blanco.
Durante el trayecto se fueron sumando agrupaciones gauchas de distintas localidades del interior, conformando una larga y colorida columna que avanzó bajo el sol de la mañana, portando únicamente dos insignias: la bandera argentina y la bandera papal. Este gesto, repetido año tras año, simboliza la unión en la fe y el respeto hacia la Virgen, Patrona de Jujuy.
Ya en el santuario, se celebró la misa central presidida por el padre Germán Macagno, quien dirigió unas sentidas palabras a los presentes. "Ustedes, representantes de la tradición cristiana y humana, tan nuestra del Norte argentino, deben defender tres cosas fundamentales: la fe, la familia y el matrimonio. Hoy están aquí porque tienen fe, y no deben guardarla, sino transmitirla a las generaciones que vienen. Vivan la fe en familia", expresó el sacerdote durante la homilía, despertando la emoción entre los peregrinos.
Finalizada la celebración, se multiplicaron los agradecimientos y pedidos a la Virgen de Río Blanco, en una ceremonia cargada de emoción y recogimiento. Entre quienes encabezaron la cabalgata, se encontraba Edgar "Gallo" Mendoza, presidente de la Asociación Gaucha Jujeña, quien destacó la amplia participación de este año. "Gracias a Dios tuvimos un gran acompañamiento, con casi 400 montados. Un buen número de caballos y agrupaciones se sumaron a esta peregrinación. Además, el clima también acompañó, lo que hizo que todo se desarrollara con mucha alegría y fervor", señaló en diálogo con El Tribuno de Jujuy.
El dirigente recordó que ésta fue la vigésimo sexta edición de la peregrinación gaucha al santuario, una tradición que se consolidó con el paso del tiempo y que representa uno de los momentos más esperados por el sector. "Cada uno tiene sus pedidos personales, pero en general se viene a agradecer a la Virgen. Los presidentes de las distintas agrupaciones también pedimos por nuestras instituciones, por su crecimiento y por el bienestar de nuestras familias", añadió Mendoza.
En cuanto al trabajo que viene realizando la Asociación Gaucha Jujeña, el referente adelantó que se encuentran ultimando detalles para las próximas actividades. "Estamos trabajando muy bien, con muchas propuestas por delante. En el marco de la Semana de la Tradición se viene el Congreso de la Tradición, que se va a realizar en el Cabildo los días 10 y 11 de noviembre. Será una jornada completa con distintos exponentes de la cultura jujeña y de otras provincias. Es importante que la gente acompañe y conozca nuestras tradiciones", enfatizó.
De esta manera, la peregrinación gaucha volvió a poner de manifiesto la profunda religiosidad y el espíritu comunitario del pueblo jujeño. Entre el repiqueteo de los cascos y el ondear de las banderas, la devoción a la Virgen de Río Blanco volvió a unir fe, cultura y tradición en una sola jornada, reafirmando la identidad de un pueblo que mantiene vivas sus raíces.