La llegada al mundo de Natasha Nahir fue el diez de febrero de dos mil cinco, un año en el que la familia Osán recibió a un ser amoroso y lleno de bondad.
inicia sesión o regístrate.
La llegada al mundo de Natasha Nahir fue el diez de febrero de dos mil cinco, un año en el que la familia Osán recibió a un ser amoroso y lleno de bondad.
Hace veinte años, la alegría se hizo presente gracias a Natasha. "La recibimos con lo mejor que tenemos, fue desde recién nacida amada por todos", reveló Juan Carlos Osán, un papá que supo aceptar el síndrome de Down como una condición de su naturaleza. "Hemos empezado a ir a 'Todos Juntos' desde su segundo día de vida. Es una institución que le brindó todo", afirmó.
"Hay padres que no aceptan esta condición porque antes a los chicos Down los marginaban de la casa, los ponían en una pieza y no permitían la estimulación que es fundamental", expresó Osán. Promotor de una infancia que Natasha transitó con alegría, reveló que entre pares se llevan excelente porque comparten la misma inocencia. Es que ante la estimulación temprana en los centros especiales, los niños y jóvenes crecen conscientes de su voluntad por superarse. "A Natasha le hacían controles, pero el médico no se había dado cuenta de que tenía la condición. Cuando salió la enfermera para alcanzarme la bebé, me dijo que estaban analizando si la chiquita era Down o no. Apenas me la dieron, la vi y dije: 'es una niña Down'", indicó.
Su personalidad alegre la ayuda a desenvolverse bien en todo aquello que se propone realizar. Tanto así que desde su primera infancia se destacó. Comenzó a hablar al año y medio y su primera palabra fue "mamá", su compañera incondicional.
A la par de sus padres, disfrutó de una niñez optimista, asistiendo al jardín de infantes, a Emdei y a la escuela 1 "Gral. Manuel Belgrano", donde cursó hasta séptimo grado para luego continuar su formación en la asociación "Todos Juntos".
Como los jóvenes de hoy, tiene un cúmulo de actividades por realizar celebrando la vida a cada instante. "Me gusta ser abanderada y convivir con mis amigos, ser carrocera y llevar el estandarte de la asociación", dijo cálida la jovencita Natasha Osán, que dedica este tiempo al armado de flores para esperar septiembre con lo mejor. "Me encanta bailar, cantar y jugar al fútbol. Tengo a mi equipo de los hinchas de Boca también", aseguró Natasha cuyo color es el rosado y sus segundos colores favoritos son el azul y amarillo. El tercero es el beige.
Los días para ella transitan con emociones y propuestas deportivas ya que -además de fútbol- practica zumba, básquet y vóley porque considera que la actividad física siempre es importante. "Mi sueño es ser modelo y cantante, también me gustaría ser doctora o mecánica", aseguró esta señorita que tiene sueños por cumplir. Por su parte, Juan Carlos siente orgullo inmenso por su niña que tiene la fuerza necesaria para seguir adelante, lo cual es admirable. "Yo la veo bien, feliz y aprendiendo. Maneja que el celular, le gusta como a cualquier joven y tiene todo un seguimiento terapéutico. Considero que los padres tienen que acompañar a los chicos Down e incentivarlos", finalizó.