Como una semilla que brota para crecer y dar sus frutos, es el renacer de la vida cuando se magnifica. Así, en el afán de compartir la enseñanza y proyectarla a las nuevas generaciones es que Marcela Burgos decidió estudiar inglés como idioma para crecer, fortalecer conocimientos y ser guía de niños y adolescentes.
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Como una semilla que brota para crecer y dar sus frutos, es el renacer de la vida cuando se magnifica. Así, en el afán de compartir la enseñanza y proyectarla a las nuevas generaciones es que Marcela Burgos decidió estudiar inglés como idioma para crecer, fortalecer conocimientos y ser guía de niños y adolescentes.
En el año 1994, surgió la posibilidad de perfeccionar su saber en Inglaterra. Con los contactos necesarios y un gran entusiasmo, vivió la experiencia más enriquecedora de viajar para absorber ideas y aplicarlas en el instituto Ieli -que hoy dirige en San Pedro- y con el que multiplicó oportunidades. "Fue el inicio de una aventura para trabajar con el libro, el pizarrón pero también con un panorama amplio de la enseñanza en otro lugar", expresó Burgos.
Descubrir otra ciudad es más que especial para cualquier trotamundos pero cuando el viaje es de estudios, la experiencia se transforma grandiosamente. "Para mí fue hermoso aprender en detalle el vocabulario en el país de origen, el ir en subtes y trenes. Todo es con horarios, a las dos de la tarde comenzaba a oscurecer y, la cena, a las cinco de la tarde porque a esa hora está todo oscuro y el clima diferente porque primero llueve, deja de llover y así, una y otra vez", comentó la jujeña que disfrutó de la organización en el país que la recibió con los brazos abiertos.
Formada en San Pedro y en el Instituto de Educación Superior 5 "José Eugenio Tello", supo desenvolverse en el centro de una ciudad donde todo está planificado. El contacto con instituciones primarias también fue posible como el comprender las normas de conducta en el corazón de Londres.
"Los contactos a través del idioma se mantienen. Cuando volví al país empecé a transmitir lo aprendido también a los adultos y en ese momento no era tan normal como hoy, con el inglés técnico. En cuanto a la parte humana y cultural fue lo movilizante porque cambió mi visión ampliamente. La importancia de la convivencia, el té, saludar a la gente, ver los carteles, una misma experiencia que quise que la vivieran los alumnos. Y tuve la posibilidad de armar viajes educativos", relató. Hacia 1999, llevó un grupo de estudiantes a Londres, Inglaterra; donde engrandeció su base a propósito de pulir el inglés como lengua nativa para ellos, extranjera para este lado del planeta.
"La propuesta era marcar la diferencia con la metodología de Europa, algo que nos permitió establecer vínculos de otra manera", indicó quien incorporó sus conocimientos previos en Salta y Buenos Aires.
"Hoy en día soy agente y representante de la Jujuy en la escuela LSI Education de Londres", explicó. Admiradora del inglés y de la docencia, logró que su sueño sea inmenso.
"Nunca cambié mi anhelo de seguir con la enseñanza del idioma", expresó quien fue presidente de la asociación jujeña de profesores de inglés. Otro de los países que logró visitar junto a sus estudiantes fue Estados Unidos, puntualmente; las ciudades de Florida, Miami, Washington y New York.
"A la mañana era estudiar inglés y, a la tarde, practicarlo. En Miami y Orlando, los chicos disfrutaban la diversión de los parques de Disney y dialogaban con la gente de la boletería, prestaban atención a los carteles porque todo está en inglés", contó. Este cambio cultural representó un desafío para los estudiantes por integrarse al entorno, pero al intercambiar conocimientos a nivel internacional, se permitieron disfrutar al mismo tiempo que aprender. En Washington, visitaron museos, la Casablanca y el Capitolio; mientras que en New York develaron la interculturalidad y; en Miami, las playas y la comunidad cubana.
"En mi experiencia veo que los chicos tienen un cambio de mentalidad, ya salir de la zona de confort es algo nuevo porque les impactan los lugares", detalló. Las ganas de seguir compartiendo esta experiencia la llevó a visitar Sudáfrica. Gracias al contacto con una escuela de intercambio, formó parte de un congreso que la condujo a guiar a sus alumnos hacia el país africano donde desde el aeropuerto percibieron lenguas nativas, pero donde el inglés era el principal.
"Pudimos ver en el museo las historias interraciales, las vistas, la figura de Nelson Mandela en el año 2009 y 2020, justo antes de que se declare la pandemia en el mundo", destacó. "Estar en un safari es como llegar a la estrella dorada. Fuimos por una reserva ecológica en el jeep y que estemos a diez metros de una jirafa es algo increíble. Visitar el santuario de elefantes o que uno de ellos te abrace con su trompa, es maravilloso. Conocimos a los pingüinos en las playas y a los leones los vimos a través de binoculares", reveló la docente que apuesta por los viajes de estudio para enseñar de una manera especial el idioma inglés.
