El fútbol es apasionante y no deja de sorprender. Es por ello que en nuestro país se convirtió en un estilo de vida. A través de conocer esta disciplina, referentes indiscutidos del deporte hicieron un camino a lo largo de su trayectoria como profesionales como es el caso de Facundo Nicolás García Salazar, un jujeño que surgido de la cantera de Gimnasia y Esgrima de Jujuy, se desempeña como preparador físico especializado en preparación de arqueros en Sucre, Bolivia.
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El fútbol es apasionante y no deja de sorprender. Es por ello que en nuestro país se convirtió en un estilo de vida. A través de conocer esta disciplina, referentes indiscutidos del deporte hicieron un camino a lo largo de su trayectoria como profesionales como es el caso de Facundo Nicolás García Salazar, un jujeño que surgido de la cantera de Gimnasia y Esgrima de Jujuy, se desempeña como preparador físico especializado en preparación de arqueros en Sucre, Bolivia.
Nacido en el seno de una familia trabajadora, de padre panadero y de una mamá docente, este joven de 33 años se inició en el camino del fútbol a muy temprana edad. Y es que a los 4 años tuvo la cercanía con una pelota, lo que le permitió dar sus primeros pases en la escuela de fútbol del "lobo jujeño", hasta ubicarse en la posición de arquero.
Hoy, a aquel entusiasmo por jugar lo vive intensamente como preparador físico especializado en la preparación de arqueros de tal manera que su pasado como futbolista marcó un destino abocado al deporte que tanto ama.
"Ser 'profe' deportivo es una cuestión de; o te dedicás al ciento por ciento o no, porque pasás por muchas situaciones y se pasa mucho tiempo fuera de casa", expresó Facundo Nicolás García Salazar.
El presente que vive este jujeño, es el resultado de una decisión que tomó cuando empezó a estudiar para entender el significado de ser preparador físico -con más trabajo de campo- que tener en cuenta la posibilidad de ser 'profe' de educación física con una función docente y educativa.
Nos obstante, vivió una primera etapa que transitó en la escuelita deportiva, donde aprender el ABC del fútbol fue fácil. Al participar de la Liga Jujeña de los torneos federales del interior y en Salta; se le abrieron las puertas para desempeñarse en este rubro. El Club Deportivo Serrato Pacasmayo y el Sport Áncash Fútbol Club fueron las primeras instituciones peruanas de las que formó parte. "La experiencia de vivir fuera del país, fue gracias al fútbol. Después me llamaron de Ecuador, en el Club Deportivo y Social Santa Rita; regresé a Perú en 2019. Había que buscar el camino y a todos los 'profes' nos encontró con trabajo, hasta que después vino la pandemia. Fui a Sanarate Fútbol Club y a Deportivo Malacateco de Guatemala", describió orgulloso su travesía por los países de Latinoamérica. Volvió a Argentina para trabajar en Juventud Antoniana y luego en Cuyaya, donde salió campeón el año pasado.
Como las posibilidades se aprovechan al máximo y el fruto de su trabajo se hizo notable, lo convocaron desde el Club Independiente Petrolero de Sucre, en Bolivia donde hoy se encarga de la preparación física de los jugadores de primera división. "Está buenísimo que se empiece a conocer el trabajo de los jujeños fuera del país", aseguró el preparador físico, videoanalista y especialista en preparación de arqueros. "Parte de este trabajo es saber adaptarse al clima, a la gastronomía y a los tiempos. Trabajé y compartí con bolivianos, peruanos y guatemaltecos, con jugadores de Cuba y Estados Unidos. Son culturas distintas y de todas se aprende algo nuevo", explicó el jujeño que no se permite dejar de capacitarse.
"El entrenamiento diario tiene intensidad, velocidad, control de pulsaciones, oxigenación y descanso", dijo este convencido de que "La suerte no existe, sino el encuentro de la oportunidad y la preparación en ese momento" y es fiel a la premisa que tiene como base los valores humanos que sus padres le supieron ofrecer. "Mis viejos siempre han estado. En el medio, tuve la pérdida de mi hermana de 17 años, que me afectó pero que gracias al fútbol pude renacer. Cuando arranco el entrenamiento, me concentro sólo en el rectángulo verde que tengo delante mío. Vuelvo a rodar con la pelota y me enfoco", contó este egresado de la Escuela Modelo de Educación Integral -Emdei-. Aunque llegó a probar suerte estudiando abogacía en Córdoba e ingeniería en Jujuy, lo suyo siempre fue lo deportivo, aquello que le dio chance de conocer diferentes ciudades. "Sucre es muy colonial, la gente amable pero el ritmo de vida es diferente", contó el también seguidor de la Selección Argentina de Fútbol. "Nací el 8 de julio de 1990 y es la primera vez que veo a Argentina como campeón del mundo. Veníamos de selecciones cambiantes, sin rumbo; hasta que apareció Scaloni y comenzaron a darse los resultados, Copa América, Finalíssima y Mundial, que fue fruto de un trabajo preparado y planificado", analizó el jujeño hincha de River Plate que jugaba en el puesto de arquero cuyos máximos referentes eran Roberto Bonano, Germán Burgos, Roberto Abbondanzieri y Oscar Córdoba. "Al ser preparador de arqueros y al ver a Emiliano Martínez, veía que en Independiente no le tenían fe pero supo ganarse la experiencia en Inglaterra y en la Selección se potencia más por el hecho de representar a todo un país", describió García Salazar.