27 de Junio,  Jujuy, Argentina
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Defensora de los Paypayas

La veneración a Nuestra Señora del Rosario de Río Blanco y Paypaya se remonta a un pasado distante.

Lunes, 07 de octubre de 2024 01:04
SÍMBOLO DE PAZ Y RECONCILIACIÓN NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO DE RÍO BLANCO Y PAYPAYA.

La veneración a Nuestra Señora del Rosario de Río Blanco y Paypaya se remonta a un pasado distante.

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La veneración a Nuestra Señora del Rosario de Río Blanco y Paypaya se remonta a un pasado distante.

Este culto centenario tiene su origen en la época colonial del Siglo XVII, en el contexto de la conquista española y sus intentos de dominar definitivamente la región de lo que sería el actual noroeste argentino y en el que apareció la Virgen de Río Blanco.

Sobre un "pacará" (un árbol), en la confluencia de los ríos Grande y Chico, vestida de celeste y blanco y su bastón de soberana, según relatos de la época, la Virgen de Río Blanco se les apareció a los Paypaya cuando querían avanzar sobre la ciudad de Jujuy, cortándoles el paso y haciéndolos desistir de su avance. La misma se establece en el poblado de los Paypaya, que terminarían siendo convertidos al cristianismo por los Jesuitas y pasaron a formar parte de la encomienda de Don Alonzo de Tapia a fines del siglo XVI.

La Virgen vuelve a "aparecer" para "detener" a los pueblos Tobas del Chaco que iban contra el asentamiento definitivo de los españoles en la región y que según las crónicas españolas también atacaban a las comunidades convertidas al cristianismo. Según este relato, esta Virgen fue el símbolo de "paz y reconciliación", luego de la rendición y posterior conversión al cristianismo de las muchas comunidades que vivían en Jujuy que se rebelaban constantemente contra los encomenderos y las autoridades españolas.

Sin embargo, se reconoce que las epidemias y las condiciones de trabajo que se les imponía a los pueblos de los Paypaya y otros como los Ocloyas y Osas, los primeros convertidos al cristianismo llevó a diezmar de tal manera la población que solo 15 miembros de estas comunidades vivían para fines del Siglo XVII.

Las epidemias, las expediciones militares y la posterior evangelización, fueron las claves del quiebre de la resistencia de los pueblos originarios en Jujuy.

La Virgen fue a "pacificar aquellas tribus indómitas y la misionera, redentora, libertadora y defensora de estos pueblos".

 

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