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24 de Junio,  Jujuy, Argentina
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Indicios... presagios... vaticinio

Lunes, 05 de mayo de 2025 01:04

Ya estamos transitando Mayo. Un mes cargado de gloria y acontecimientos relevantes en la vida pública. Y este año, en Jujuy, con la carga especial de las elecciones que el domingo próximo, no sólo consagrarán ganadores, lo que es más importante, consagrarán perdedores. Y así, se perfilarán para el año 2027, cuando todos jueguen por el premio mayor: la Provincia. Por eso, este domingo, no sólo se votan candidatos y listas, se votará por proyectos de pueblos, ciudades y de Provincia. Lástima que el común de los votantes, aún no tengan registrados con claridad esos proyectos, que con el trajín de las campañas, quedan subsumidos detrás del afán ultrapersonalista con el que se muestran los aspirantes a bancas, seducidos por la novedad de los impactos de videos y tiktoks en las redes sociales, y por la forma abrumadora en que detrás de cada candidatura brotaron flamantes y dudosos émulos de los otrora insustituibles asesores de imagen, consultores políticos y creadores de líderes. Pero hasta aquí, lo más fuerte son los indicios, los presagios y algún que otro vaticinio sincero.

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Ya estamos transitando Mayo. Un mes cargado de gloria y acontecimientos relevantes en la vida pública. Y este año, en Jujuy, con la carga especial de las elecciones que el domingo próximo, no sólo consagrarán ganadores, lo que es más importante, consagrarán perdedores. Y así, se perfilarán para el año 2027, cuando todos jueguen por el premio mayor: la Provincia. Por eso, este domingo, no sólo se votan candidatos y listas, se votará por proyectos de pueblos, ciudades y de Provincia. Lástima que el común de los votantes, aún no tengan registrados con claridad esos proyectos, que con el trajín de las campañas, quedan subsumidos detrás del afán ultrapersonalista con el que se muestran los aspirantes a bancas, seducidos por la novedad de los impactos de videos y tiktoks en las redes sociales, y por la forma abrumadora en que detrás de cada candidatura brotaron flamantes y dudosos émulos de los otrora insustituibles asesores de imagen, consultores políticos y creadores de líderes. Pero hasta aquí, lo más fuerte son los indicios, los presagios y algún que otro vaticinio sincero.

Las elecciones de convencionales de Santa Fe fueron el testeo de lujo: un remedo de Cambiemos, piloteado por el gobernador radical Pullaro arrasó en las urnas. Los libertarios con candidatos flojos pero con la chapa del mileísmo pudieron entrar en la conversación, el peronismo dividido perdió lastimosamente, la izquierda salvó la ropa y hubo tiempo para alguna sorpresa como la de la exmodelo Amalia Granata. Vale preguntarse, si Jujuy podrá ser el espejo de aquella elección.

Cambia Jujuy se convirtió en Jujuy Crece, y como siempre, retuvo en su seno decenas de ignotos sellos de goma, le suma decenas de colectoras, y el vigoroso empuje del Gobierno provincial del que son dueños, y donde produjeron el cambio más significativo: la locomotora de la campaña es la imagen del gobernador Carlos Sadir, totalmente diferente de su antecesor. Sus presagios les dicen que son ganadores, pero para que el triunfo sea total, deberán acercarse todo lo posible al número 18, que es el total de bancas que pierden en diciembre. Y dependen de los demás para saber si podrán sostener la mayoría que hasta aquí les pavimenta el camino de la gestión y los protege de cualquier banquinazo. Ningún radical notable vino a ayudar en la campaña. Ninguno les serviría de mucho. Ni siquiera su presidente partidario Martín Lousteau. Él menos que nadie. Están solos en la Provincia, pero con la espalda apoyada en Javier Milei.

Por eso, La Libertad Avanza, apuesta a polarizar con estos radicales, a los que en la intimidad, y sólo en la intimidad, definen "con peluca". El caso es no irritar a un Gobernador que actúa con prudencia y pragmatismo cada vez que la Casa Rosada lo requiere. Es decir, entre radicales y libertarios, en Jujuy, como ocurre con los bueyes, solo hay cornadas. No les convendría a ninguno. Menos a los libertarios que tiene que desdibujar a dos frentes libertarios que les disputan la chapa y les muerden los votos desde atrás. En su auxilio y para sostener los candidatos de Jujuy y Salta llegaron referentes mileistas de segunda línea: el diputado bonaerense Agustín Romo, y los influencers Mariano Pérez y Daniel Paserini (el célebre Gordo Dan). Los vaticinios libertarios les dan la seguridad de un triunfo electoral similar al del 2023, por eso el desprecio ideológico hacia la izquierda, y los cañones apuntados hacia el peronismo, el enemigo más complicado. Un Justicialismo al que los radicales parecen haber olvidado (y desechado) como los opositores dialoguistas y razonables que le permitieron una serena gobernabilidad, y que los libertarios están dispuestos a no dejarlo levantar cabeza, porque saben que de ocurrir eso, el peronismo será implacable.

El peronismo la tiene clara. Definieron que el enemigo es Milei, incluidos sus socios nacionales y provinciales, pero más allá de las definiciones políticas, hay otro enemigo más intenso y mucho más impiadoso: el peronismo. Los justicialistas de Jujuy irán a las urnas a elegir entre cuatro o cinco alternativas dentro de su misma banda ancha. Leila Chaher, diputada nacional camporista es la principal referente del oficialista Frente Justicialista, la senadora excamporista y exintegrante del bloque oficial en el Senado (ahora creó un bloque propio), Carolina Moisés es la del frente opositor que la enfrenta Somos Más; y expresiones como el Frente Amplio de los hermanos Martín Palmieri; el Frente Confiar con un dejo del histórico peronismo que representa René Vicente Casas; y el Frente Primero Jujuy de Carlos Haquim, con cierta nostalgia del peronismo de los años 90 son las opciones. Pero hay algo más, y muy fuerte: un ejército de flamantes anticamporistas, que súbitamente comenzaron a expresarse sin clase, sin códigos y sin pudor, rebelan un rencor descarnado en contra el sector que a nivel nacional conduce Máximo Kirchner y sus representantes locales. Creen ver debilidad en ese oficialismo, y la sangre que olfatean hoy es la propia como antes era la de los adversarios y se lanzan a lo que según sus indicios, es lo más sencillo: hacer leña del árbol caído. Pero todos, por las dudas, se guardan de opinar con igual dureza de Cristina Elisabet Fernández de Kirchner, presidenta del PJ y principal sostén de La Cámpora.

La izquierda, casi como siempre, tampoco logró unificarse. Alejandro Vilca es la bandera del FIT, y vuelve desde el Congreso para tratar de empinar a su agrupación y ampliar su presencia legislativa. Tiene indicios de buenas elecciones en varias importantes ciudades del interior, y los presagios los alientan a redoblar sus esfuerzos. El otro grupo de izquierda, Por un Nuevo Jujuy conducido por el dirigente sindical municipal Santiago Seillant, probará fuerzas el 11 de mayo, manejan modestos presagios, pero están seguros de rebasar las lamentables experiencias similares que años anteriores afrontaron otros dirigentes.

Éste es el panorama que poco cambiará hasta el domingo. Más allá de presagios, indicios y vaticinios, lo cierto es que el lunes se conocerán al menos algunas respuestas: 1- Si los dirigentes políticos y sindicales que saltaron los cercos se fueron solos, o si lograron arrastrar detrás de si algún caudal significativo de votantes; 2- Si la oferta política jujeña habrá logrado acercarse al promedio que va del 65 al 70 por ciento de la asistencia de votantes; y finalmente, 3- Cuáles serán los que habrán roto el piso del 5% del padrón, para sentir que pueden seguir vivos en la política, o pensar en retirarse a cuarteles de invierno, al menos, hasta que todo cambie.

 

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