El año que termina fue difícil para hacer política. El choque entre los viejos estilos y el empuje de algo nuevo quedó expuesto crudamente. Aquello fuertemente cuestionado terminó cediendo espacio a una forma que no termina de seducir, pero que está instalada y sin retorno. Todo parece un acertijo de feria, pero en el país y en Jujuy, todas estas cosas están ocurriendo.
inicia sesión o regístrate.
El año que termina fue difícil para hacer política. El choque entre los viejos estilos y el empuje de algo nuevo quedó expuesto crudamente. Aquello fuertemente cuestionado terminó cediendo espacio a una forma que no termina de seducir, pero que está instalada y sin retorno. Todo parece un acertijo de feria, pero en el país y en Jujuy, todas estas cosas están ocurriendo.
Tal el panorama para Cambia Jujuy, es decir, los radicales, del gobierno provincial. Carlos Sadir asumió la gobernación que venía con la vara alta, y continuando aquella gestión de la que fue un pilar fundamental (ministro de Hacienda y Finanzas) pudo contener una Provincia en orden, aunque con conflictos salariales y presupuestarios sempiternos. Para atravesar el primer año, entre vientos externos y tormentas internas, Carlitos puso muñeca, cintura, pragmatismo y mucha imaginación y paciencia. Lo ayudó tener amplia mayoría en la Legislatura y en las intendencias más importantes, aunque su deuda con la Ley de Coparticipación Municipal se va convirtiendo en una bola de nieve.
Y el gobierno de Javier Milei lo recargó de dificultades: canceló las obras públicas en marcha y después se las transfirió a Jujuy, pero sin los recursos para terminarlas. El ministro de Infraestructura Carlos Stanic fue terminante: "seguiremos haciéndolas "con la nuestra" como hicimos con Alberto Fernández que nos discriminó horriblemente". Luego se cortaron los Aportes del Tesoro Nacional, se recibieron 3.000 millones de pesos en once meses, y otros 3.000 recién en noviembre, (como débil intercambio de gentilezas políticas). La falta de presupuesto nacional aumentó la discrecionalidad del presidente y redujo el margen de maniobra de la Provincia, en obras, programas, planes y proyectos de todos los ministerios. (Ej: Jujuy debió hacerse cargo del Fondo de Incentivo Docente, Fonid). Se cortaron de raíz los subsidios al transporte (de las provincias, no del Amba) y el bache viene siendo cubierto por Provincia y Municipios con grandes esfuerzos.
Y la presión política es otro tema: Guillermo Francos, Luis Caputo y el propio Milei recurren a Sadir, como "gobernador amigo" pidiendo el auxilio de los votos en el Congreso. Y lo hacen a cambio de promesas, que como tales, no sirven ni como indicios para organizar (y presupuestar) una gestión de gobierno.
Y en el umbral de un año electoral aumentan interrogantes: ¿qué ocurrirá con las Paso?, ¿finalmente las elecciones de medio término en Jujuy serán en mayo?, (aunque hay que esperar una presión nacional para que se unifiquen en noviembre).
La famosa "ficha limpia" vigente en Jujuy está en veremos a nivel nacional, y se suma ahora la pretensión de CEFK presidenta del PJ, para eliminar las elecciones intermedias. Todo en el limbo. Y algo más: la UCR deberá trabajar arduamente para sostener las 17 bancas que terminan como es lógico tendrán un agravante: muchos sueñan repetir y muchos más con ingresar, pero el agua bendita es escasa y los diablos se multiplicaron por dos. . . Y todos saben por qué. Otro si digo: sin un sólido rumbo de la UCR nacional ni una conducción potente, y sus bloques parlamentarios quebrados, sólo agrega al gobierno de Carlitos una dosis de incertidumbre, conjeturas y sólo presentimientos. Y suspicacias e indicios, que hoy lejos de ayudar, complican.
El Partido Justicialista una mañana tras a la tozuda persistencia de un par de legisladores nacionales, la senadora Carolina Moisés, el diputado nacional Guillermo Snopek y otros adherentes multicolores, se desayunó con una intervención decretada por Alberto Fernández. Acusaron a la conducción del diputado Rubén Armando Rivarola de haber sido ser complaciente con el gobierno radical y funcional a la aprobación de la reforma parcial de la Constitución Provincial, (que los convencionales del peronismo en gran medida votaron en contra). Paradójicamente, Moisés terminó embanderada con la propuesta de Javier Milei defendiendo y apoyando el Régimen de Incentivos Rigi, contrario al espíritu y la doctrina del PJ. Y Snopek, también mostró zigzagueantes apariciones y desapariciones en la Cámara Baja, especulando según los vientos del quórum de cada sesión.
También algunos personajes autopercibidos importantes dentro del PJ, saludaron jubilosamente la llegada de Aníbal Fernández y Gustavo Menéndez, (interventores designados por AAF y CEFK respectivamente), pero por alguna razón mutaron en ácidos denostadores del accionar de los porteños. Luego un discordante coro de voces exigió una interna, que se concedió (forzada), sabiendo que era un "engaña pichanga" para ganar tiempo. Los avales, las listas, los candidatos, etc. etc. etc. todo se terminó judicializando hasta que apareció el juez federal con competencia electoral Esteban Hansen quien tras extrañas demoras concluyó en lo obvio: suspendió todo y terminó de embarrarle la cancha al PJ.
En tanto Cristina se coronaba presidenta de un PJ nacional, y terminaba con sacar de escena, al menos por este año, a la nonata elección interna jujeña y a sus candidatas y protagonistas principales Carolina Moisés y Leila Susana Chaher. A los 110 mil afiliados peronistas, convidados de piedra en los enjuagues de cúpula, en quienes se había comenzado a encender un renovado entusiasmo, de pronto todo se les transformó en desilusión. Y que costará mucho volver a empezar. Ahora se despertó la intervención y resolvió reanudar el cronograma pendiente para votar el 9 de marzo. En el PJ Jujuy, principal fuerza de oposición, por ahora, se hace política entre desconfianzas y dudas, suspicacias e indicios. Le falta una enorme dosis de modernización.
Lo nuevo que asoma en Jujuy para el 2025 genera expectativas. Los libertarios están peinando la provincia. En tensa y obligada convivencia el senador Ezequiel Atauche y el diputado Manuel Quintar, dialogan, afilian y prometen, apoyados en los resultados de la gestión Milei. Y la senadora Vilma Bedia, aislada pero fiel libertaria, hace lo propio pensando en una agrupación propia. Todos confían que con la táctica y la estrategia del presidente, le ganarán al PJ de Cristina, a la UCR de Lousteau, descartan al PRO de Mauricio(que en Jujuy sólo tiene presencia simbólica y al que desafiarían en la Caba con listas propias); no consideran que ni la Izquierda y ningún otro sean competidores de cuidado. Se ufanan de tener ya "in pectore" un conjunto de potenciales candidatos a legisladores a los que sin preguntarles de dónde vienen, sólo les tomarán juramento de sumarse a las fuerzas del cielo. ¿Será suficiente para convencerá todos de que no será un salto al vacío? El proyecto se completaría con la idea de formar un frente con varios partidos libertarios que trabajan a su reconocimiento, y descuentan que Lyder, partido provincial de Isolda Calsina, Alejandra Mollón y un importante grupo de referentes, hoy integrante de Cambia Jujuy, pasaría a la órbita mileísta a tono con Patricia Bullrich, su referente nacional. Y se sabe, ya hay un conjunto de tránsfugas y oportunistas de otros partidos listos para poner rodilla en tierra y ser ungidos caballeros libertarios, no tocados en sus hombros por la espada, sino por la motosierra del soberano.
El 2024 fue un año intenso. Lleno de propósitos de cambio. Y de silencios sonoros de una sociedad que va descartando en forma firme y pacífica, los lastres de una época que se resiste a dejar su lugar a algo nuevo y diferente. Entenderlo y asumirlo, es el desafío de todos, para el año electoral que se nos viene encima.