Iban 2 minutos de juego, en el esperado clásico entre Central Norte de Salta y Gimnasia cuando Francisco Molina mandó el balón al área rival y acto seguido, Tiago Banega metió la pelota en su propia valla.
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Iban 2 minutos de juego, en el esperado clásico entre Central Norte de Salta y Gimnasia cuando Francisco Molina mandó el balón al área rival y acto seguido, Tiago Banega metió la pelota en su propia valla.
Con ese tanto narrado anteriormente, la tarde-noche dominical cambió rotundamente no sólo para la planificación inicial de un necesitado "cuervo" salteño que merodea la parte baja de la tabla de posiciones y para Gimnasia que empezó ganando el clásico sino también para varios de los periodistas visitantes acreditados que dejándose llevar por el grito de gol desataron la furia de toda la platea local, separando estos sólo una valla teniendo en cuenta que en ese momento no se encontraba personal de seguridad en ese sector.
Furiosos los simpatizantes salteños se avasallaron sobre el sector en donde se encontraba parte de la prensa jujeña e increparon a los comunicadores con insultos, golpes y hasta escupitajos.
El ánimo ya estaba caldeado desde antes, con declaraciones cruzadas entre dirigentes de ambas instituciones durante la semana previa y hasta con alguna que otra discusión en zona de cabinas del estadio "Padre Martearena" que obligó a bajar a la zona de pupitres a unos cuantos periodistas jujeños. Pero claro nada pero nada justificaba la reacción de los hinchas de Central Norte que individualizando a algunos colegas tornaron la situación más inestable aún. ¿Y todo por gritar un gol?. Claramente es algo que responde a la pasión, a ese duelo de una provincia con otra que no pasa lo folclórico en el fútbol. En ningún momento los periodistas jujeños llevaron este asunto más allá del grito de gol. En contrapartida los hinchas locales respondieron siempre con violencia desmedida.
Cuando llegó el empate del "cuervo" también se registraron incidentes, y en mayor o menor medida se siguieron registrando en todo el primer tiempo pese a que paulatinamente la seguridad fue acordonando el sector de prensa algo que indirectamente hizo enfurecer más a la parcialidad "azabache".
En el entretiempo, se les intentó retener credenciales de la Federación Argentina de Periodistas Deportivos a comunicadores jujeños, algo que finalmente no pasó.
Al agónico gol de López, varios periodistas jujeños lo terminaron viendo en las cabinas hasta donde la policía los llevó en medio del complemento y de un hostigado trayecto en el que se volvieron a producir disturbios.