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10 de Agosto,  Jujuy, Argentina
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El boxeo de Jujuy de luto por el fallecimiento de Iván Ibáñez

El pugilista este año había regresado al ring y soñaba con una chance de título.  

Domingo, 15 de septiembre de 2024 13:13

Hoy el boxeo jujeño amaneció con una de esas noticias que nadie quiere recibir. Iván Ibáñez en un accidente perdió la vida y enluto al deporte de la provincia en general con 33 años y muchas peleas por concretar. 
Porque después de un tiempo de alejarse de la actividad, subir de peso, esta temporada se decidió retomar los guantes y hasta se dio el lujo de hacer tres peleas, dos en Cafayate y una en la Federación Argentina de Boxeo. 
“El resultado es lo de menos, poco a poco siguió bajando de peso, quiero llegar a mi categoría natural y por eso aprovecho los entrenamientos y las peleas que me convocan, estoy seguro que voy a volver a ser el mismo de antes”, le había confesado a diario El Tribuno de Jujuy
Su amor por el deporte de los puños lo heredo de su familia, el apellido Ibáñez, es sinónimo de boxeo en Jujuy, desde su abuelo Armando “Chingolo” Ibáñez, su tío “Chingolito”, antes gran pugilista y hoy árbitro y juez, lo mismo que Nelson Ibáñez, todos ligados a esta disciplina. 
Cuando comenzó como amateur, llenaba el salón de la “Sociedad Obrera”, allí con hinchada propia que lo alentaba con bombos y platillos, tiraban una lluvia de papelitos en cada salida, con la clásica de un boxeador profesional. 
Esos inicios fueron con los “Profes” Rodolfo Durán, “Café” Gutiérrez, Daniel Miranda, hasta partir a Capital Federal. 
“Bam Bam” Ibáñez tenía un estilo vistoso, de escuela, sus movimientos cautivaron a los promotores de Buenos Aires y fue así que se aventuró, junto a Juan Jurado primero y luego se le sumó Julieta Cardozo, a buscar nuevas oportunidades lejos de casa hasta llegar a debutar en el campo rentado. 
Pero la falta de continuidad, hizo que decidiera pegar la vuelta un par de temporadas después, allí intentó hacer una que otra pelea, pero ya tenía otras obligaciones que no le permitía entrenar con normalidad y se alejó unos años. 
Se lo va a extrañar, en el gimnasio, en el ring, en la calle, un “Loco” del club de sus amores, Gimnasia y Esgrima de Jujuy, siempre salía al ring con la “albiceleste”, y por supuesto, fanático del Indio Solari. 
 Un día antes había posteado “Feliz día del boxeador a todos los q practican este hermoso deporte”, celebrando el día de todos los que hacen del boxeo un estilo de vida en la misma red social que pusieron le clásico “me gusta”, se lleno de “caritas tristes” y mensajes de tristeza y dolor, porque quién conoció a “Bam Bam” Ibáñez, supo que siempre fue un hombre de bien, dispuesto a extender una mano a todos los que necesitaban, humilde, perfil bajo, con un tono de voz bajito, casi tímido, pero con ese incondicional amor por el boxeo heredado por la sangre de toda una familia.

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Hoy el boxeo jujeño amaneció con una de esas noticias que nadie quiere recibir. Iván Ibáñez en un accidente perdió la vida y enluto al deporte de la provincia en general con 33 años y muchas peleas por concretar. 
Porque después de un tiempo de alejarse de la actividad, subir de peso, esta temporada se decidió retomar los guantes y hasta se dio el lujo de hacer tres peleas, dos en Cafayate y una en la Federación Argentina de Boxeo. 
“El resultado es lo de menos, poco a poco siguió bajando de peso, quiero llegar a mi categoría natural y por eso aprovecho los entrenamientos y las peleas que me convocan, estoy seguro que voy a volver a ser el mismo de antes”, le había confesado a diario El Tribuno de Jujuy
Su amor por el deporte de los puños lo heredo de su familia, el apellido Ibáñez, es sinónimo de boxeo en Jujuy, desde su abuelo Armando “Chingolo” Ibáñez, su tío “Chingolito”, antes gran pugilista y hoy árbitro y juez, lo mismo que Nelson Ibáñez, todos ligados a esta disciplina. 
Cuando comenzó como amateur, llenaba el salón de la “Sociedad Obrera”, allí con hinchada propia que lo alentaba con bombos y platillos, tiraban una lluvia de papelitos en cada salida, con la clásica de un boxeador profesional. 
Esos inicios fueron con los “Profes” Rodolfo Durán, “Café” Gutiérrez, Daniel Miranda, hasta partir a Capital Federal. 
“Bam Bam” Ibáñez tenía un estilo vistoso, de escuela, sus movimientos cautivaron a los promotores de Buenos Aires y fue así que se aventuró, junto a Juan Jurado primero y luego se le sumó Julieta Cardozo, a buscar nuevas oportunidades lejos de casa hasta llegar a debutar en el campo rentado. 
Pero la falta de continuidad, hizo que decidiera pegar la vuelta un par de temporadas después, allí intentó hacer una que otra pelea, pero ya tenía otras obligaciones que no le permitía entrenar con normalidad y se alejó unos años. 
Se lo va a extrañar, en el gimnasio, en el ring, en la calle, un “Loco” del club de sus amores, Gimnasia y Esgrima de Jujuy, siempre salía al ring con la “albiceleste”, y por supuesto, fanático del Indio Solari. 
 Un día antes había posteado “Feliz día del boxeador a todos los q practican este hermoso deporte”, celebrando el día de todos los que hacen del boxeo un estilo de vida en la misma red social que pusieron le clásico “me gusta”, se lleno de “caritas tristes” y mensajes de tristeza y dolor, porque quién conoció a “Bam Bam” Ibáñez, supo que siempre fue un hombre de bien, dispuesto a extender una mano a todos los que necesitaban, humilde, perfil bajo, con un tono de voz bajito, casi tímido, pero con ese incondicional amor por el boxeo heredado por la sangre de toda una familia.

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