La medición de presión arterial con brazalete, práctica estándar en consultorios de todo el mundo, presenta una falla sistémica que podría dejar sin diagnóstico al 30% de los pacientes con hipertensión sistólica. Así lo revela una investigación de la Universidad de Cambridge publicada en la revista científica PNAS Nexus, que expone un error físico inherente al método auscultatorio (el que combina manguito y estetoscopio).
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La medición de presión arterial con brazalete, práctica estándar en consultorios de todo el mundo, presenta una falla sistémica que podría dejar sin diagnóstico al 30% de los pacientes con hipertensión sistólica. Así lo revela una investigación de la Universidad de Cambridge publicada en la revista científica PNAS Nexus, que expone un error físico inherente al método auscultatorio (el que combina manguito y estetoscopio).
Según el estudio, cuando el brazalete se infla, la presión "aguas abajo" de la arteria se reduce drásticamente, retrasando su reapertura y generando una subestimación de la presión sistólica (valor máximo) y una sobrestimación de la diastólica (valor mínimo). "El método es la referencia, pero nadie entendía por qué fallaba", explica el coautor Anurag Agarwal. Mediante modelos con tubos planos que simulan arterias humanas, el equipo identificó este sesgo ignorado durante décadas.
Impacto global:
La hipertensión —principal factor de riesgo de infartos, ACV y muerte prematura— afecta a 1.280 millones de adultos, pero el 46% desconoce su condición. Kate Bassil, coautora del estudio, advierte que el error actual "provoca que millones no reciban tratamiento".
Soluciones accesibles:
La investigación propone correcciones sin necesidad de nuevos dispositivos:
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Elevar el brazo antes de medir para normalizar la presión.
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Calibración personalizada con datos como edad o índice de masa corporal en futuros equipos.
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Protocolos estrictos en la técnica: reposo de 5 minutos, brazalete a la altura del corazón y sin cruzar piernas.
Errores que agravan el problema:
Cardiólogos consultados destacan fallas cotidianas que distorsionan los resultados:
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Brazalete inadecuado (uno pequeño eleva lecturas; uno grande las reduce).
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Brazo colgando (+4 mm Hg en ambas presiones).
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Falta de registro domiciliario: "Es clave llevar un historial al médico", insiste Nicolás Renna, presidente de la Sociedad Argentina de Hipertensión.
Hacia un nuevo estándar:
Los científicos buscan financiamiento para validar estas correcciones en ensayos clínicos. Mientras tanto, Jorge Tartaglione (Fundación Cardiológica Argentina) recuerda: "La precisión salva vidas. Si la hipertensión no se detecta a tiempo, las consecuencias son devastadoras".