La Justicia jujeña imputó por violencia de género a un empleado de seguridad de un local bailable capitalino y al propietario del lugar, tras agresiones a dos mujeres. Además investiga un feroz ataque de dos patovicas contra un joven de 26 años y solicitó el registro de novedad sobre el procedimiento policial de la Seccional 32°.
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La Justicia jujeña imputó por violencia de género a un empleado de seguridad de un local bailable capitalino y al propietario del lugar, tras agresiones a dos mujeres. Además investiga un feroz ataque de dos patovicas contra un joven de 26 años y solicitó el registro de novedad sobre el procedimiento policial de la Seccional 32°.
La investigación penal preparatoria está a cargo del fiscal Aldo Hernán Lozano del Ministerio Público de la Acusación, quien citó a los inculpados a prestar declaración el próximo martes.
El lamentable episodio ocurrió el domingo 3 de agosto alrededor de las 4.20, en la puerta de ingreso de un conocido local bailable ubicado en el barrio Almirante Brown de la ciudad capital.
El Tribuno de Jujuy dialogó con Brenda Samudio (36), una de las denunciantes, quien relató que "estábamos celebrando el cumpleaños de una amiga y como el boliche queda cerca de su domicilio, decidimos ir un rato. Llegamos, éramos todas mujeres y mi pareja, y preguntamos al seguridad si podíamos entrar porque ya era tarde, y nos dijo que sí. Como mi pareja tenía un pantalón deportivo, le dijimos al personal que consulte con el dueño si es que él podía ingresar así".
"Luego salió el dueño del lugar, pero salió muy alterado y dijo 'no, acá no entra ningún villero'. En un momento quiso agredir a mi pareja, por lo que me interpuse y al verme, me empujó y además me dobló los dedos. Algo que también hizo a mi amiga", manifestó.
En esas circunstancias tomo participación Esteban Colqui (26), pareja de Samudio, quien expresó a este matutino que "le dije que pare porque son mujeres y que nunca le faltamos el respeto. Pero de inmediato veo a uno de los patovicas que corría hacia mi persona, entonces escapé, pero otro seguridad me agarró en medio de la calle y me tiró al piso".
"Entre los dos me doblaron los brazos y cada golpe de puño y patada que me daban era en la cara. Además, uno de ellos constantemente metía sus dedos en mis ojos, provocando que sangrara. Todo esto delante del dueño del local que en ningún momento detuvo la agresión", continuó Colqui.
Samudio indicó que "en un momento salió desde dentro del boliche una policía que estaba de adicional y lejos de detener el ataque de los de seguridad, impedía que con mis amigas defendamos a mi pareja que era golpeado salvajemente y además me decía 'cagate'. Una de mis amigas también recibió un golpe en el rostro por parte de un patovica y fue arrojada al piso por el propietario del boliche".
Por su parte Colqui también denunció la inacción policial: "Llegó infantería y con escudos impedían que me defiendan, yo les pedía a gritos que me saquen de encima a los de seguridad porque me estaban matando. Me tenían inmovilizado, me estaban estrangulando y además me metían los dedos en el ojo", dijo.
Samudio agregó que "cuando llega el patrullero, suben a mi pareja que ya estaba desvaneciéndose, lo esposaron con las manos atrás y lo arrojaron como a un perro. Mientras que a uno de los patovicas lo subieron tranquilo y al otro lo dejaron ir".
Al momento de ser trasladados a la Seccional 32°, manifestaron que el joven "fue ingresado a una celda común y luego, llegó otro de los propietarios del local bailable que dialogó con el comisario y al patovica, después de estar 15 minutos en la comisaría, lo dejaron libre y salió por una puerta lateral".
Los denunciantes mencionaron que la asistencia médica fue alrededor de las 7, cuando los efectivos lo trasladaron a las oficinas de medicina legal de la Policía y desde allí, fue derivado de urgencias al hospital "Pablo Soria", donde permaneció en observación con el diagnostico de traumatismo encéfalo craneal.
"Desde la celda pedía que me asista un médico porque sentía que se me partía la cabeza", indicó Colqui que además agregó que tiene reconstruido el maxilar con platino, debido a un siniestro vial sufrido en 2018. Algo que, según indicó, puso en conocimiento al personal policial.
En total son cuatro las denuncias radicadas en contra de los inculpados: "A través de nuestro abogado nos enteramos que además de la denuncia que radicamos los dos y mi amiga, también hay una de otro hombre. Él denunció que vio la agresión desde su automóvil y cuando los grababa, apareció uno de los de seguridad, le arrebató el celular y le borró la filmación", manifestaron.
"También le pedimos explicaciones a los policías de la Seccional 32° de por qué dejaron libre al agresor, mientras que a mi pareja lo tenían en una celda cuando él fue la víctima", finalizaron.