El 18 de marzo de 2022 falleció la primera víctima, F C C, a horas de nacer por cesárea. Su madre y él estaban sanos tras el parto. El mismo día, otro niño se descompensó en el Materno Neonatal, pero sobrevivió.
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El 18 de marzo de 2022 falleció la primera víctima, F C C, a horas de nacer por cesárea. Su madre y él estaban sanos tras el parto. El mismo día, otro niño se descompensó en el Materno Neonatal, pero sobrevivió.
La única sospecha sobre la causa de muerte era que algo había pasado con la vitamina K, un complemento que se le aplica a todos los recién nacidos para que la sangre coagule normalmente y ayude a activar sus órganos. Ante esta situación, el hospital cambió los lotes de esa sustancia. Pero los casos siguieron ocurriendo.
A fines de abril sucedió otra muerte dudosa, en un contexto similar al de F C C, la madre estaba sana. El bebé, al nacer, también.
Durante esos días también se detectó otro indicio: madres, médicos y enfermeros detectaron pinchazos inexplicables en varios recién nacidos.
El 24 de mayo de 2022 se registró la tercera muerte de un bebé en el Neonatal: I G. Aunque puertas adentro del hospital las sospechas de que algo estaba pasando ya eran evidentes, a este niño tampoco se le practicó una autopsia. Pocos días antes, incluso, había aparecido el sexto recién nacido con marcas de inyecciones en su cuerpo.
Entre el 6 y el 7 de junio dos bebés murieron y otros dos se descompensaron: así se completaron los 13 ataques que se analizan.
