Una joven de 25 años fue demorada luego de ser descubierta en una requisa con un teléfono celular, que intentaba introducirlo a la Unidad Penal Nº 1 del barrio Gorriti de la capital jujeña.
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Una joven de 25 años fue demorada luego de ser descubierta en una requisa con un teléfono celular, que intentaba introducirlo a la Unidad Penal Nº 1 del barrio Gorriti de la capital jujeña.
Según las fuentes que fueron consultadas por nuestro diario, el hecho se registró la tarde de navidad, cuando los efectivos del Servicio Penitenciario realizaban requisas de rutina, a los familiares de las personas procesadas y condenadas en la Unida Penal, que estaban por ingresar al predio.
Fue en esas circunstancias que las celadoras hallaron un dispositivo móvil oculto en un bols de plástico, donde había comida para uno de los internos.
De inmediato las actuaciones fueron remitidas al ayudante fiscal zonal del Ministerio Público de la Acusación, quien solicitó la identificación de la joven y que se proceda a la demora preventiva.
Los efectivos que procedían al traslado de la inculpada a la sede policial, le habrían manifestado que esta situación impediría próximas visitas, a lo que la joven contestó "¿Vos te creés que a mí me importa?, a mí me pagan para hacer pasar los celulares. No conozco al tipo que está detenido. Yo ya recibí 200 mil pesos para venir hasta acá".
Una fuente cercana a la investigación le confió a nuestro diario que esta situación generó malestar entre los internos y en un momento determinado, un minúsculo grupo intentó cuestionar el procedimiento, pero fueron advertidos que si seguían con esa postura, se terminaba el tiempo de la visita de sus familiares.
Las actuaciones complementarias quedaron a cargo de los efectivos de la Seccional 2º del barrio Gorriti, quien además procedió al secuestro preventivo del dispositivo móvil.