Un hombre sufrió el robo de un cheque por más de 11 millones de pesos que se encontraban en una mochila dentro de su auto, cuando descendió del mismo por unos minutos para realizar una compra en un comercio de Ciudad Perico.
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Un hombre sufrió el robo de un cheque por más de 11 millones de pesos que se encontraban en una mochila dentro de su auto, cuando descendió del mismo por unos minutos para realizar una compra en un comercio de Ciudad Perico.
Según fuentes consultadas por El Tribuno de Jujuy, días pasados en horas de la noche la víctima estacionó su auto marca Toyota Etios en la avenida Silvina Bullrich, entre Estanislao del Campo y Dr Pola, frente a un drugstore.
En esas circunstancias el damnificado descendió del rodado, presionó el botón de alarma y se dirigió a comprar en un local comercial.
Fue entonces que en el comercio se demoró aproximadamente dos minutos, según lo que calculó el hombre, y al salir hacia su auto se topó con una escena inesperada.
Cuando se encontraba a pocos metros de su auto para abordarlo, vio que un joven se iba corriendo con una mochila en dirección a la calle Estanislao del Campo, en donde lo esperaba un cómplice en una moto para la fuga.
Preso de la desesperación, el denunciante comenzó a observar si le faltaba alguna pertenencia del auto, lo cual evidenció al mirar en el asiento trasero, ya que no estaba la mochila que había dejado.
En consecuencia subió al vehículo e intentó perseguirlos durante algunas cuadras, aunque con resultado negativo porque los perdió de vista rápidamente.
De manera inmediata, tras esta acción, la víctima se dirigió a la Subcomisaría de La Posta en donde radicó la denuncia.
En la sede policial el hombre especificó que en la mochila sustraída tenía un cheque de un banco privado por la suma de 11 millones 284 mil 942 pesos a nombre de otra persona, además de una campera y una remera.
También el denunciante afirmó que no estaba seguro si la alarma había quedado colocada, ya que no sonó, además de describir que el sujeto observado era de contextura delgada, estatura baja y que tenía una remera de color blanca.
Los uniformados le preguntaron a la víctima si su auto tenía signos de violencia y si las ventanas estaban abiertas, a lo que respondió que no, por lo cual sospechaba que la alarma no había sido activada cuando se bajó para comprar.