Dante Aníbal Velázquez, por segunda vez intendente de su ciudad natal, La Quiaca, habla pausado y firme, como buen puneño, y se enorgullece de sus orígenes y de su trayectoria política y reafirma su convicción de que es la política la que tiene las respuestas para los problemas de la gente. En diálogo en "El Pulso de la Semana", que se emite por el streaming de El Tribuno de Jujuy y por Jujuy FM, relató que su primer desafío fue ser abanderado de su escuela. "Mis padres fueron de origen radical, y yo quizás por la rebeldía propia de la edad, me afilié al peronismo en mi juventud", recuerda. "Me pasó como a don Fernando Venancio Cabana cuyos padres eran radicales", evoca como un homenaje a quien fuera diputado, senador nacional y vicegobernador de Jujuy por el PJ. "Yo admiraba a un abanderado de aquella escuelita, Coco Giaccoppo, y les decía a mis padres quería también llevar la bandera un día. Mi mamá que fue portera en esa escuela, me dio una manito, seguramente, y mi padre, que era ciego, me aconsejaba siempre: 'Prepárese, estudie, y haga caso a su madre'. Dios y la vida después me dieron la oportunidad. Había otros códigos en ese tiempo. Así me formé, desde aquella época de trabajo político en la histórica sede del PJ de la calle Paraguay 77, que conducía don Fernando Cabana. Eran tiempos de una verdadera mesa de acción política itinerante, andar por el territorio y estar con las bases, algo que desde hace unos veinte años venimos perdiendo. Aprendí que el militante se realiza en el colectivo, y no en forma individual. Eso es lo que tenemos que recuperar de manera urgente."
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Dante Aníbal Velázquez, por segunda vez intendente de su ciudad natal, La Quiaca, habla pausado y firme, como buen puneño, y se enorgullece de sus orígenes y de su trayectoria política y reafirma su convicción de que es la política la que tiene las respuestas para los problemas de la gente. En diálogo en "El Pulso de la Semana", que se emite por el streaming de El Tribuno de Jujuy y por Jujuy FM, relató que su primer desafío fue ser abanderado de su escuela. "Mis padres fueron de origen radical, y yo quizás por la rebeldía propia de la edad, me afilié al peronismo en mi juventud", recuerda. "Me pasó como a don Fernando Venancio Cabana cuyos padres eran radicales", evoca como un homenaje a quien fuera diputado, senador nacional y vicegobernador de Jujuy por el PJ. "Yo admiraba a un abanderado de aquella escuelita, Coco Giaccoppo, y les decía a mis padres quería también llevar la bandera un día. Mi mamá que fue portera en esa escuela, me dio una manito, seguramente, y mi padre, que era ciego, me aconsejaba siempre: 'Prepárese, estudie, y haga caso a su madre'. Dios y la vida después me dieron la oportunidad. Había otros códigos en ese tiempo. Así me formé, desde aquella época de trabajo político en la histórica sede del PJ de la calle Paraguay 77, que conducía don Fernando Cabana. Eran tiempos de una verdadera mesa de acción política itinerante, andar por el territorio y estar con las bases, algo que desde hace unos veinte años venimos perdiendo. Aprendí que el militante se realiza en el colectivo, y no en forma individual. Eso es lo que tenemos que recuperar de manera urgente."
Refiriéndose a ese trabajo político, Dante Velázquez habló de las complicaciones del trabajo en la frontera. "La Quiaca tiene dos situaciones especiales: por un lado 320 kilómetros de frontera con Bolivia y por otro tiene seis jurisdicciones o comunidades distintas y alejadas. Hoy miro, volviendo en el tiempo, cómo se realizaron acciones con un gran compromiso de la acción social, que se encaró en su momento por la inspiración que Evita trasladó al peronismo, esa práctica necesaria de estar cerca de los más débiles". El diálogo se orientó hacia la necesidad del estado presente, concepto definido como prioritario para el Gobierno de Jujuy por el actual gobernador Carlos Sadir. "Lo estoy notando hoy en lo que hace cada uno de los intendentes y se podrá profundizar con acciones que organiza el Gobierno de la Provincia. Pero siempre está un complejo de hostilidades políticas de estos tiempos y de miserabilidades, donde los pueblos más alejados sufrimos las consecuencias. Esto le pasa a Jujuy y qué nos queda para La Quiaca", enfatizó Velázquez. "Es necesario que entre a jugar la nueva gobernanza, que no nos tiene que hacer pensar solamente en los 25 mil habitantes de La Quiaca, sino en el conjunto de una comunidad fluida que se conforma con los vecinos de Villazón, Bolivia, más la zona rural y tenemos que actuar como un total de casi cien mil. Yo llamé a una primera reunión binacional el mes pasado. Se reunió toda cúpula política y de fuerzas vivas de Villazón y La Quiaca. La finalidad es no tener que esperar los llamados de las cancillerías para tratar la problemática común de nuestros pueblos", destacó. "Hoy el peso boliviano está en $0,66, y el dólar está en $ 1.330. ¿Quién nos puede asegurar que habrá una estabilidad? Yo decía dos años atrás que estos contextos que vivimos profundizan la inestabilidad por más de quince o veinte años, con lo que estamos viviendo es muy difícil poder afirmar o planificar algo", señaló Dante Velázquez.
DIÁLOGO | JUNTO AL PERIODISTA CARLOS FERRARO.
Consultado acerca de su visión desde el peronismo, para resolver la situación existente, Velázquez recordó que "en 2020, en diálogos con los compañeros Ricardo Quintela y Juan Manzur, con quienes trabajaba, les planteé que si no éramos capaces de una autocrítica profunda y una fuerte responsabilidad de todos los dirigentes, no solo de algunos, estaríamos condenados a repetir lo que había pasado: cuatro años de dolor y nostalgias en la época de Macri. Desgraciadamente cometimos los mismos errores, producto del individualismo, del personalismo. Tenemos que comenzar por aceptar dónde estamos parados, y ser capaces de admitir que todos somos responsables, absolutamente todos, de lo que nos está pasando. Esto obliga a quienes quieran la reconstrucción del peronismo, a tener la sabiduría necesaria para encontrarse, reencontrarse y dejar las diferencias de lado. Y veo que no sólo esto le pasa al peronismo, lo mismo le ocurre al otro partido centenario, y mientras tanto, escucho que La Libertad Avanza anda afiliando por todos lados. Yo veo en el interior profundo que en la gente más humilde, está germinando una nueva idea, producto de 40 años de democracia. Hay que tener cuidado y responsabilidad", definió. Y afirmó contundentemente: "Necesitamos urgentemente una interna, deponiendo egocentrismos y egoísmos. Terminar con la intolerancia y la carroñería, actuando con humildad y respeto por todos".
"El peronismo tiene todo para volver a ser gobierno. Coincido, sin embargo, que hay figuras que no pueden volver al primer plano, por ejemplo Cristina, tuvo un tiempo que valoro y respeto mucho, pero si hablamos de recambio generacional, no se trata solo de la edad, sino también del recambio en el pensamiento, que en algunos casos está bastante obsoleto". Con relación a las internas de Jujuy, Dante Velázquez puntualizó: "Los interventores tienen que resolver inmediatamente el llamado a internas, con firme vocación la gran mayoría de los peronistas de Jujuy se lo están haciendo saber. Si no somos capaces de enfrentar esta situación con solidaridad, con empatía, con unidad, el año que viene el panorama va a ser más complicado. Y nuestras bancas se van a teñir con otro color, y la culpa no será de los otros, sino nuestra, y será por acciones y por omisiones. A mí me tocó el triste momento de recuperar la casa del PJ después de una intervención con el entonces presidente Rubén Rivarola, hoy las puertas tienen que estar abiertas de una verdadera convocatoria. Hoy la casa de los peronistas es un edificio hermoso, pero siempre fue fría, no fue aquella de la Independencia y Otero".
Loan y Ariel
Velázquez pidió "no pasar por alto un tema grave que vive pendiente en la comunidad de la frontera: así como hablamos hoy del niño de Corrientes, 'el caso Loan', el 8 de diciembre del 2011, desapareció el joven de 17 años Ariel Llampa, que había ido con seis amigos a peregrinar a la Virgen de Agua Chica, una fiesta religiosa en Villazón, de la que participan argentinos y bolivianos. Se trasladaron a ese homenaje a la Virgen por caminos campestres y nunca más se supo de él. Por eso hablo de la complejidad y la vulnerabilidad de la vida en la frontera que sigue como siempre. Por eso la necesidad de recrear en el sentido más amplio posible aquello de la acción social, que es mucho más que un trabajo, una vivienda digna, la educación, es la protección de la gente", enfatizó el jefe comunal quiaqueño.