24 de Junio,  Jujuy, Argentina
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Luz y sombra para la Puna y Quebrada de la provincia de Jujuy

Viernes, 20 de diciembre de 2024 00:12
DOS GRANDES | EL CHURQUI CHOQUEVILCA Y DOMINGO ZERPA

Hoy podemos hablar de la luz, porque es como aquel momento del 20 de diciembre de 1909, cuando doña Liboria Ramos dio a luz a ese ser especial, tocado por la magia de la poesía y para alegría de don Mariano Zerpa, en el lejano paraje puneño de Runtuyoc, donde nació Domingo.

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Hoy podemos hablar de la luz, porque es como aquel momento del 20 de diciembre de 1909, cuando doña Liboria Ramos dio a luz a ese ser especial, tocado por la magia de la poesía y para alegría de don Mariano Zerpa, en el lejano paraje puneño de Runtuyoc, donde nació Domingo.

Por ese alumbramiento la Puna se vistió de fiesta y celebró los escritos y poemas de su excepcional hijo, que en su juventud le brindó su premiado poema Juira juira. Canto para el arriero puneño, “que es el grito de una raza que se extingue poco a poco en las colinas, /mientras queda sólo el eco del que pasa / con la eterna voz del Inca: ¡Juira juira! ¡Juira juira!”. Y en ese grito surge un ruego, un profundo lamento de las creencias ancestrales y dice: “Pachamama, santa tierra, Pachamama / de la Puna: io te juro ser tu esclavo, / si es que suben mis burritos y mis llamas / sin cansarse ni gotita, el cerro bravo! Después de esta imploración el humilde campesino puneño se reconoce en “¡Pobre paria! Doble paria de esta feria / voluptuosa en que se vive y se delira. / ¡Pobre paria! que trajina su miseria / sobre el lomo de su grito: ¡Juira juira! íJuira juira!”.

Domingo Zerpa eligió para su primer “hijo intelectual” el nombre de una flor “Puya-puyas”, símbolo de humildad y tristeza. Y sobre este nombre escribe acerca de su poesía, en la 2da edición de 1933: “Puyapuyas, flores blancas de la Puna. Puya-puyas: Poemas sencillos, rudos y agrestes, como deben ser los poemas de la raza, son estos compuestos al son de las quenas y las cajas, para rejuvenecer las cosas de la tierra. // Dejemos un momento que los zorzales canten en los bosques, que exhalen sus perfumes las flores en los parques, que las notas se enreden con las sedas de los salones amplios, y escuchemos un segundo, el quejido racial del Altiplano.”

Ese “quejido racial” del que habla el poeta lo encontramos en el sufrimiento del puneño, frente a una naturaleza difícil, por su conformación geográfica de zonas desérticas, de altiplanicies indomables surcadas por distantes valles; muchos “paramos cubiertos de yaretas y tolares”, donde debe sortear cotidianamente todas clases de problemas para su supervivencia, de ahí los poemas de Zerpa como: ¡Juira juira!, ¡Malhaya!, De balde, El alma del arriero, Confesión, indio de Coranzulí y otros que el tiempo irá sumando hasta llegar a “El Tajo” y mostrar “Esta América nuestra, la del maíz y el cóndor, / el tomate y la alpaca; / la que tiene los ojos a la altura de Méjico / y los pies en la Antártida; la del tórax de atleta / y el tajo en la garganta, / hechura de los yanquis- / ahí no más,/ entre Colombia y Nicaragua.

Unas palabras de Julio Cortázar, cuando firmó como “Julio Denis” y prologó “Erques y Cajas” (Versos de un indio) -1942- fragmento OC Unju 2011: “Si yo hubiera visto escribirse por sí mismo los poemas de este libro, no me habría sorprendido. Tienen la gracia de las nubes en espontánea arquitectura, el sonido desinteresado de las aguas en la piedra. Pero ellos, como la rosa, abren a nuestra emoción por una síntesis de milagro; hacen falta vida, luz y savia para que el ápice se llame flor. Se conjugaron aquí un paisaje, una nostalgia y una gracia de verbo para que de la voz de Domingo Zerpa se desgajara, sencillamente pura, la flor de estos poemas.”

Mañana en la Quebrada un día de sombra por el Poeta “Churqui Choquevilca”. Después de los sones de celebración y alegría y de gozar como un verdadero regalo de las palabras de uno de los grandes escritores de América Latina, Julio Cortázar, por un nuevo cumple de nuestro Domingo Zerpa, mañana será un día de tristeza, de silencio y recogimiento, porque desde Tilcara nos llegarán ecos de un año más del adiós definitivo del gran poeta de la Quebrada, Germán Walter “Churqui” Choquevilca, el mismo fue recordado en algún momento por un grupo de amigos, y en diciembre de 1991 publicaron con el sello de la Revista Capricornio: Dimensión y Presencia de Germán “Churqui” Choquevilca, ilustrado por el Pintor tilcareño, Raúl Gordillo, y semblanza biográfica a cargo del escritor de Maimará, José Méndez, y responsable editor, Jorge Albarracín, director de la Revista Capricornio. La publicación de Dimensión y Presencia contó con el apoyo de la Dirección Municipal de Cultura de esa época, a cargo de Elena Gerónimo de Gonzalvez e integrantes de una comisión conformada a los efectos de escritores y amigos, Cesar Lizárraga, Joaquín Burgos, José Méndez, Ricardo Guzmán, Jorge Albarracín, Raúl Gordillo, Langa Arias y Raúl Cuello.

Para despedirnos con una extraña tristeza, por la alegría del nacimiento de Domingo Zerpa y el adiós definitivo del poeta de Tilcara “Churqui” Choquevilca, fragmentos de la Semblanza, a cargo de José Méndez, “Churqui se fue en el umbral del verano, el día de Capac Raimi, cuando el solsticio baña el continente austral... Ese 21 de diciembre, de hace cuatro años, aún nos duele; pero, como el gran maestro que era, nos dejó su obra que está leudando en el tiempo y florecerá seguro, en el fruto de su siembra.

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