El aplastante triunfo de peronismo unido en la provincia de Buenos Aires dejó anoche al Gobierno nacional en estado de shock, ya que días atrás el propio presidente Javier Milei había hablado de un supuesto "empate técnico". El oficialismo provincial se impuso por más de 13 puntos a La Libertad Avanza, que, encima, en esta elección fue aliada al PRO.
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El aplastante triunfo de peronismo unido en la provincia de Buenos Aires dejó anoche al Gobierno nacional en estado de shock, ya que días atrás el propio presidente Javier Milei había hablado de un supuesto "empate técnico". El oficialismo provincial se impuso por más de 13 puntos a La Libertad Avanza, que, encima, en esta elección fue aliada al PRO.
El peronismo obtuvo el 46,9% de los votos en la Provincia, contra un 33,8% logrado por los libertarios. En tercer lugar se ubicó Somos con el 5,4% y en el cuarto el Frente de Izquierda con el 4,3%. Un dato no menor fue que la asistencia de la gente a las urnas fue del 63,5%, más de diez puntos por encima de la participación en las elecciones porteñas.
El mapa de la provincia de Buenos Aires quedó pintado mayoritariamente de celeste, debido a que el peronismo se impuso en seis de las ocho secciones electorales. Las excepciones fueron la quinta y la sexta.
En la tercera sección electoral se registró la mayor distancia entre las dos fuerzas políticas: 25,1 puntos.
El resultado fue mucho más amplio que el pronosticado por las encuestas, que estimaban una ventaja del justicialismo que no superaba el tres por ciento. De hecho, pasadas las 19, en el entorno del gobernador Axel Kicillof hablaban exultantes de una victoria por "entre 7 y 9 puntos de diferencia. La sorpresa fue evidente en el oficialismo provincial, pero también en La Libertad Avanza, donde indicaban media hora después de que estaban solo "cinco puntos abajo".
La sorpresa también alcanzó a los mercados, ya que si bien descontaban una derrota de Milei, no imaginaban que sería por tanto. Anoche había una gran preocupación en el Gobierno y los empresarios por cómo puede llegar a impactar el resultado electoral en la cotización del dólar, en el índice de riesgo país, en los bonos y también en las tasas de interés, que se encuentran por las nubes.
La magnitud de la provincia de Buenos Aires transformó a un comicio netamente distrital en una pulseada nacional donde el propio presidente puso en juego un plebiscito a su gestión, en medio del escándalo de las presuntas coimas ligadas a su hermana. Las últimas encuestas venían mostrando que Milei había retrocedido en los índices de popularidad desde que se difundieron los audios del extitular de Andis, Diego Spagnuolo.
"Hoy (por ayer) la provincia le puso un freno a Milei", sostuvo minutos antes de conocerse los datos oficiales Gabriel Katopodis, ministro de Kicillof y candidato en la primera sección electoral.
El mandatario bonaerense fue, sin dudas, el gran ganador de la elección. No solo fue la cara visible de una victoria contundente, sino que fue el gran artífice de la unidad del peronismo en medio de fuertes críticas desde el kirchnerismo. Y no solo eso: se anotó otro triunfo al haber insistido en desdoblar las elecciones pese a la oposición de Cristina Kirchner y La Cámpora.