El presidente de Bolivia, Luis Arce, desistió de postularse como senador por La Paz en las elecciones generales del próximo 17 de agosto, una decisión que marca su salida de la política activa al concluir su mandato en noviembre. Así lo confirmaron este jueves dirigentes del Movimiento al Socialismo (MAS), el partido oficialista que atraviesa una profunda fractura interna.
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El presidente de Bolivia, Luis Arce, desistió de postularse como senador por La Paz en las elecciones generales del próximo 17 de agosto, una decisión que marca su salida de la política activa al concluir su mandato en noviembre. Así lo confirmaron este jueves dirigentes del Movimiento al Socialismo (MAS), el partido oficialista que atraviesa una profunda fractura interna.
“El presidente Luis Arce, por la unidad, para buscar mayores candidatos, para sumar mayores fuerzas, mayores sectores, ha decidido dar un paso al costado”, declaró a medios locales Eduardo del Castillo, candidato presidencial del MAS y ex ministro de Gobierno.
Grover García, presidente del MAS, indicó a The Associated Press que la candidatura al Senado que iba a ocupar Arce será ahora definida por las organizaciones sociales que integran el denominado “Pacto de Unidad”.
Según Del Castillo, Arce presentó su renuncia como candidato ante el Tribunal Supremo Electoral (TSE) entre el lunes y martes de esta semana.
La decisión del mandatario se conoció horas antes del vencimiento del plazo para la sustitución de candidatos en las listas partidarias, según lo establecido por el órgano electoral. “Tenemos ya un avance cerca del 95%”, afirmó Del Castillo.
Arce, economista de formación, fue ministro de Economía durante el gobierno de Evo Morales entre 2006 y 2019. En 2020 asumió la presidencia tras imponerse en las elecciones generales.
Sin embargo, su gestión ha estado marcada por una crisis económica que provocó escasez de dólares, combustibles y un aumento sostenido en el costo de vida, situación que deterioró su imagen pública y su respaldo político.
En mayo, el mandatario ya había declinado buscar la reelección, a pesar de que la Constitución boliviana le permite un segundo mandato consecutivo. Su retiro definitivo de las listas del MAS lo deja sin cargos electivos previstos después del 8 de noviembre, cuando entregará el poder a su sucesor.
La renuncia de Arce se produce en un contexto de división dentro del MAS, partido que gobernó Bolivia durante las dos últimas décadas. La confrontación entre Arce y Evo Morales, fundador de la organización y su principal figura hasta hace pocos años, ha provocado una ruptura que amenaza con debilitar la hegemonía política del movimiento.
El propio Morales, inhabilitado para postularse por una sentencia del Tribunal Constitucional que limita la reelección presidencial a una sola vez de forma continua, intenta aún ser candidato.
Sus seguidores bloquearon carreteras durante dos semanas en junio, exigiendo su inclusión en las listas con un partido que no está habilitado legalmente. Morales, que renunció a su militancia en el MAS, impulsa ahora la creación de una nueva organización política bajo el nombre de “Evo Pueblo”, aunque no ha iniciado los trámites para obtener su reconocimiento legal.
Mientras tanto, el presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, quien fue cercano a Morales, también se distanció y decidió postularse de manera independiente con la alianza Popular.
Las encuestas preelectorales muestran un escenario fragmentado, sin candidatos con liderazgo claro. Samuel Doria Medina, empresario y ex ministro de Planificación, encabeza las preferencias, seguido por el ex presidente Jorge “Tuto” Quiroga. Rodríguez se ubica en tercer lugar.
La salida de Arce de la contienda deja al MAS con un candidato débil en la figura de Del Castillo, cuya intención de voto no supera el 2%. Las elecciones se presentan inciertas, con un electorado dividido y sin un favorito definido.