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25 de Junio,  Jujuy, Argentina
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Palma Rosa Carrillo, destacada jujeña

En el centenario del nacimiento de la diputada y docente, su hija resalta tres valiosos mensajes de la extinta.

Miércoles, 25 de junio de 2025 01:00
DESTACADA | PALMA ROSA CARRILLO.

"En tiempos como el actual, en el que conviven luz y esperanza con oscuridad, caos y confusión, urge recordar a quienes han sido luz y guía para generaciones. Urge aferrarnos a la certeza de que el ser humano, las y los ciudadanos somos capaces de integridad, honestidad, coherencia, altruismo e incluso heroísmo. Urge refugiarnos en el recuerdo devenido en esperanza de que en este mundo es posible la resistencia del bien.

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"En tiempos como el actual, en el que conviven luz y esperanza con oscuridad, caos y confusión, urge recordar a quienes han sido luz y guía para generaciones. Urge aferrarnos a la certeza de que el ser humano, las y los ciudadanos somos capaces de integridad, honestidad, coherencia, altruismo e incluso heroísmo. Urge refugiarnos en el recuerdo devenido en esperanza de que en este mundo es posible la resistencia del bien.

Este 29 de junio se cumple el centenario del nacimiento de la diputada provincial y docente jujeña Palma Rosa Carrillo". Los conceptos pertenecen a Verónica Pereyra Carrillo, hija de extinta, quien entregó a este diario una semblanza de su madre.

Mencionó que "con una trayectoria profesional recogida en el Diccionario General de la Provincia de Jujuy, entre otros contextos, el recorrido personal y político de Palma Carrillo es conocido y ya ha pasado a la historia. Elegida legisladora en la primera vez que nuestro país permitió a las mujeres participar en elecciones, promotora de proyectos pioneros para docentes y mujeres, luego perseguida por las dictaduras, prosiguió su huella de amor al pueblo desde el rectorado del Colegio Nacional N° 2, institución que posicionó como pionera en proyectos integradores e inclusivos. Éste es el resumen de una vida dedicada a empoderar a la comunidad, y en especial a las y los más vulnerables, desde el compromiso social, el familiar o el docente".

"Quisiera ir más allá de su biografía y mencionar, en estas líneas del centenario de su nacimiento, tres mensajes que urge recordar y divulgar porque son buenas nuevas, hoy y siempre". En ese marco, mencionó el respeto por los adversarios políticos. "En un tiempo histórico en donde se busca destruir con ferocidad al oponente partidario con todas las herramientas posibles, legítimas e ilegítimas, Palma Carrillo consideró siempre que el otro, el adversario, el afiliado a otro partido era necesariamente alguien a quien respetar a pesar del disenso, alguien que también quería un país mejor pero desde una perspectiva diferente a la suya. Fue una mujer profundamente política porque creyó en la necesidad de trabajar por un cambio social y pagó muy cara su lealtad a sus principios y a su partido. Sin embargo, además de mantener excelentes vínculos con legisladores de otros partidos, fue capaz de colaborar en proyectos conjuntos e incluso ayudar en lo que fuera necesario. Baste mencionar mi diálogo, en 2004, después de la ceremonia de imposición del nombre de Palma Carrillo a una avenida en Bajo la Viña: Mecha Castro, dirigente histórica del MPJ (Movimiento Popular Jujeño) me comentó personalmente, con emoción y agradecimiento: 'Todo lo que sé de oratoria me lo enseñó Palma Carrillo, cuando fue mi profesora de Filosofía. Ella sabía que yo era contra pero creía firmemente que las mujeres debíamos aprender a hablar en público'".

En segundo término Verónica Pereyra Carrillo destacó la austeridad personal. "En un momento en que pareciera que muchos políticos acceden al poder únicamente para desguazar el país, hambrear al pueblo, dejarlo enfermo y en la ignorancia para vender lo mejor de Argentina a intereses de poderosos nacionales o extranjeros, urge recordar que Palma Carrillo, habiendo ejercido enteramente su mandato de diputada provincial, nunca cobró jubilación de privilegio. En cambio, eligió voluntariamente cobrar su pensión docente y vivir en la misma casa modesta hasta su muerte".

En cuanto al tercer mensaje, puso de relieve la resistencia ante la adversidad. "En tiempos de desquicio y violencia como éste, la tentación es perder la esperanza, la voluntad para actuar, construir o incluso resistir. El ejemplo de Palma Carrillo se agiganta entonces y recordamos que muchas veces tuvo motivos para bajar los brazos pero siguió creyendo, soñando, construyendo. En 1955, fue dejada cesante injustamente por la Revolución que muchos llaman liberticida, junto a casi la mitad del cuerpo docente del Colegio Nacional N°1 de San Salvador de Jujuy. Se volcó entonces a su familia, esperando volver a su profesión y vocación: la docencia, sea con la nueva democracia o cuando prescribiera la infame cesantía. Apenas pudo, se reincorporó a la docencia y, como rectora del Nacional 2, fue también viento de renovación y excelencia en un colegio que luego daría como fruto un porcentaje excepcional de alumnos profesionales y de personas íntegras. Resistió allí a las violencias y persecuciones de la última dictadura y también protegió esta vez sí, ferozmente, a su personal docente".

"Resistió también a la atroz desaparición de un hijo que había heredado su altruismo y sus sueños de un mundo mejor y a quien buscó con heroísmo, arriesgando incluso su vida en la búsqueda. A pesar de lo desgarrador de su pérdida, Palma Carrillo continuó haciendo de este mundo algo mejor, desde cada lugar que ocupó, en cada momento y hasta su muerte... En tiempos de cinismo, individualismo salvaje, idolatría de la crueldad, urge recordar a aquellos que han sido luz, luz que, como la de Palma Carrillo, se prolonga en los derechos que disfrutamos las mujeres, que aporta desde su legado de excelencia docente, que guía el camino, que ilumina y da energía para resistir, una y otra vez (las veces que haga falta), luz que entibia el alma y que nos recuerda que, bajo el egoísmo y la indiferencia normalizadas, somos profundamente humanos".

 

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