Un grupo de productores de Palma Sola, nucleados en una comisión reorganizadora del Consorcio de riego local, puso en marcha una obra de revestimiento de canales de riego, con el objetivo de optimizar el uso del agua y reactivar la producción en la zona. Con el aporte de mano de obra local y el apoyo del Ministerio de Desarrollo Económico de la provincia, que proveyó los materiales, esperan recuperar la golpeada actividad.
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Un grupo de productores de Palma Sola, nucleados en una comisión reorganizadora del Consorcio de riego local, puso en marcha una obra de revestimiento de canales de riego, con el objetivo de optimizar el uso del agua y reactivar la producción en la zona. Con el aporte de mano de obra local y el apoyo del Ministerio de Desarrollo Económico de la provincia, que proveyó los materiales, esperan recuperar la golpeada actividad.
Actualmente, el Consorcio de riego se encuentra acéfalo, lo que motivó a los productores a unirse y autogestionar la obra mediante una comisión elegida en asamblea. La iniciativa forma parte de un programa del Ministerio de la Producción de Jujuy, y cuenta con el acompañamiento técnico de Patricia Domenech y Oscar Rueda.
"Esto lo estamos haciendo a pulmón. Venimos de una sequía muy extrema. En Palma Sola perdimos cerca del 90% de la producción y un 40% de las plantas citrícolas", contó Alejandro Portal, uno de los productores, destacando que los cultivos más importantes de la región son los cítricos y las hortalizas.
La obra consiste en el revestimiento con geomembrana, un material especial que permite sellar y perfilar los canales, evitando filtraciones. Si bien los recursos son limitados, los productores aportan la mano de obra y dividen las tareas por sectores, ya que la extensión total de los canales en Palma Sola es de entre 80 y 100 kilómetros. "Por el momento, somos unos 20 productores organizados en distintos tramos, pero hay más de 150 que estarían en condiciones de sumarse", dijo.
El terreno presenta grandes desafíos por tratarse de serranías, terreno sinuoso y propenso a filtraciones. Uno de los canales principales, el Real de los Toros tiene entre 10 y 15 kilómetros de longitud. En el sector de Isla Chica, ya se concretó el revestimiento de un kilómetro, "ahí ya se largó el agua y los resultados son muy positivos. Antes se perdía el 60% del caudal por filtraciones, y ahora prácticamente no hay pérdida", explicó el productor.
La motivación es reactivar una zona con enorme potencial productivo. "Palma Sola tiene un microclima ideal, acá se produce mandarina, cebolla, lechuga, tomate, naranja, batata, papa, choclo y otros cultivos. Todo lo que se consume en San Salvador de Jujuy sale de acá. Pero el gran problema es el agua", afirmó.
El impulso también viene acompañado por nuevas inversiones ya que en la zona se instaló una procesadora de cítricos que generó empleo para 80 personas y está exportando limones a Rusia. "Esta planta está reactivando la economía local. Pero necesitamos asegurar el agua para garantizar la producción", dijo.
En esta primera etapa del proyecto, los productores estiman que podrán revestir unos 10 kilómetros de canal, en función del presupuesto disponible y mientras el Ministerio de la Producción siga brindando acompañamiento.
Planteó que la iniciativa busca además poner en evidencia la falta de inversiones que venían reclamando ante la Dirección Provincial de Recursos Hídricos, organismo que regula el uso del agua y al cual los productores deben pagar tanto el canon por riego como la cuota del consorcio.
La fuente de agua principal para la localidad es el arroyo Santa Rita, que este año presenta un buen caudal. Sin embargo, cuando escasea, los productores deben recurrir a sistemas de turnado que apenas permiten mantener vivas las plantas. "El productor pequeño que tiene entre 5 y 10 hectáreas, sufre mucho. No puede hacer grandes inversiones. Y cuando falta el agua, no queda otra que mirar cómo se pierde todo el esfuerzo", afirmó.
Contó que la sequía derivó en el éxodo de muchas familias que emigró por falta de recursos. "El trabajador agrícola la pelea todos los días. El productor chico es el más sufrido: tiene que pagar luz, agua, mandar a sus hijos a la escuela y con sequía no hay forma de sostener la producción", expresó.