Dos hombres fueron detenidos tras agredir a uniformados y destrozar la luneta trasera del móvil oficial. Ocurrió a la madrugada del 27 de diciembre, cuando los agentes intentaban disolver una gresca de unas 20 personas a la salida de un evento bailable. Los imputados enfrentan cargos por daños al Estado y resistencia a la autoridad.
Según el reporte oficial, el conflicto se originó en las cercanías de un inmueble donde se realizaba un evento bailable. Personal policial, abocado a la tarea de dispersión de los concurrentes para evitar disturbios, divisó a dos bandas —integradas por unas 20 personas en total— que se agredían mutuamente con palos, piedras y golpes de puño.
Al intervenir para disuadir la pelea y proteger a los transeúntes, los involucrados cesaron su disputa interna para arremeter en conjunto contra los uniformados. Si bien no se registraron efectivos lesionados, la peor parte se la llevó el patrimonio público: el móvil de la repartición sufrió daños severos, incluyendo la destrucción total de la luneta trasera.
Como resultado del operativo, se logró la aprehensión de dos sujetos identificados como responsables directos de los actos vandálicos. Al momento de la detención, ambos presentaban signos evidentes de una elevada ingesta de bebidas alcohólicas.
Los individuos fueron puestos a disposición de la Fiscalía Interveniente bajo los cargos de Delito de Daños a Bienes del Estado, Resistencia a la Autoridad y causas contravencionales derivadas del estado de ebriedad y los disturbios en la vía pública.
Frente a la consulta sobre quién se hará cargo de los costos de reparación del patrullero, se confirmó que, más allá de las coberturas de seguro de la institución policial, la responsabilidad civil recae directamente sobre los imputados. “En la causa penal, las personas imputadas por la parte acusatoria (la Fiscalía) deben hacerse cargo de los daños ocasionados. Es parte del proceso de resarcimiento que contempla la ley”, explicaron fuentes oficiales.
El hecho ha generado preocupación en la comunidad de la Puna por el nivel de agresividad mostrado hacia las fuerzas de seguridad y la recurrencia de este tipo de incidentes vinculados al consumo excesivo de alcohol durante las madrugadas de fin de año.