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5 de Noviembre,  Jujuy, Argentina
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Ebrio que mató a un joven, quiere su libertad

Los defensores de Gabriel Mallón, condenado en 2020 a diez años de prisión, solicitaron audiencia.

Miércoles, 05 de noviembre de 2025 01:49
CONDENADO | EL CHAPISTA GABRIEL MALLÓN SE DIRIGÍA A LA AUDIENCIA EN EL PALACIO DE TRIBUNALES.

Los abogados defensores de Gabriel Mallón, que en 2020 fue condenado a la pena de diez años de prisión, luego de conducir un vehículo en estado de ebriedad y provocar la muerte de un joven de 17 años, solicitaron una audiencia para solicitar su libertad condicional.

La audiencia está prevista para esta jornada, donde las partes fueron citadas y donde la defensa va a exponer sus alegatos ante el magistrado de Ejecución de la Pena.

El hecho ocurrió el 17 de noviembre de 2018, cuando Facundo Sorol de 17 años, falleció a causa de la imprudencia de un conductor que transitaba por la ruta nacional Nº 9 en sentido El Carmen San Salvador, en total estado de ebriedad, arrojando 1.4 g/l, horas después de cometido el hecho.

Gabriel Mallón, que en ningún momento del juicio mostró arrepentimiento de lo ocurrido, e incluso se mostró burlón hacia las familias de la víctima, al momento de dirigir las últimas palabras previas a la lectura de la parte dispositiva del fallo, expresó que "no tengo nada para decir".

El condenado era chapista, trabajaba en un taller de la calle Caseros del barrio 20 de Junio de la capital jujeña, tuvo tiempo de borrar todas sus publicaciones en las redes sociales, que según los peritos, se mostraba en casi todas la fotos en reuniones ingiriendo bebidas alcohólicas, resultó ileso tras provocar la muerte del alumno de quinto año del Colegio Del Salvador y serias heridas en su madre, que conducía el vehículo que chocó.

Sentida carta

La progenitora de la víctima fatal, Iris Romitti envió una carta abierta a los jueces encargados de impartir justicia, antes de participar de la audiencia.

"Me dirijo a ustedes como una madre que perdió a su hijo. Que desde aquel día ya no es la misma. Una madre que conoció la oscuridad, el vacío y el llanto desmedido en busca de respuestas".

"Mi hijo tenía 18 años. Tenía toda una vida por delante, sueños, un futuro prometedor, ilusiones, amigos, una familia que lo amaba y lo ama con toda el alma. Era un chico bueno, lleno de luz, con esa energía que tienen los jóvenes cuando creen que todo es posible. Pero una noche, por culpa de alguien que decidió manejar alcoholizado, mi hijo no volvió a casa".

"Cada mañana me levanto y miro su habitación vacía, sus fotos, sus recuerdos… pero él ya no está. No hay día que no me pregunte cómo sería hoy, qué estaría haciendo, cómo sonaría su risa si pudiera escucharla una vez más. No hay día que no sienta ese dolor profundo que no se va, que se clava en el pecho y no deja respirar. No hay un día que su voz no retumbe en mi memoria con sus palabras sin saber que iban a ser las últimas".

"Señores jueces, yo no busco venganza. Lo que pido es justicia. Justicia por mi hijo, que ya no puede hablar, que ya no puede defenderse. Justicia por todos los jóvenes que hoy salen de sus casas y merecen volver. Justicia para que ninguna otra madre tenga que vivir este infierno, este sufrimiento que parece eterno".

"Por eso les pido que no permitan su libertad condicional. No porque yo quiera verlo sufrir, sino porque mi hijo no tuvo esa oportunidad: no tuvo una segunda chance".

"No hay sentencia que me devuelva a mi hijo, lo sé. Pero sí hay decisiones que pueden honrar su memoria, que pueden recordarle a la sociedad que la vida vale".

"Mi pedido es simple y humano: que su nombre quede grabado como un recordatorio de lo que nunca debería volver a pasar". La Justicia no puede devolverme a mi hijo, pero puede darle sentido a su ausencia", concluyó.

 

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