La situación procesal del empresario israelí (radicado en nuestra provincia) Oded Edgardo Kinderman (48), acusado de abusar durante dos años a una niña, puede agravarse en los próximos días, luego de que la Fiscalía y la querella solicitaran al Juzgado de Violencia de Género una serie de medidas judiciales.
El jueves pasado se llevó a cabo una nueva audiencia en el expediente judicial que investiga a Kinderman, como presunto autor de los delitos de "abuso sexual gravemente ultrajante, agravado por la guarda, siete hechos en concurso real", donde las partes querellantes representada por Patricia Tabera y la Unidad Fiscal especializada en estos tipos de delitos a cargo del fiscal Javier Sánchez Cerantes, solicitaron al Juzgado que se dé cumplimiento a la ampliación de la entrevista en Cámara Gesell a la víctima, para establecer si existen otros partícipes en los graves hechos que se le endilgan al empresario Oded "Martín" Kinderman.
Los investigadores descubrieron en primera instancia, que el imputado se hacía llamar Martín, sobre todo con su víctima. De allí se cree que utilizaba ese nombre para confundir. Pero además, con los elementos de pruebas que se siguen acumulando en el expediente, lo describen como un ser siniestro, perverso, que encuentra placer en el sufrimiento de otros.
Los informes psicológicos de las entrevistas, que los profesionales del Ministerio Público de la Acusación realizaron a Kinderman, lo describen como un "sujeto inmaduro, inseguro y egocéntrico. Se trata de "una persona dominada por la excitabilidad, dejándose llevar por sus inclinaciones y deseos. Y presenta una tendencia hacia la excitabilidad de tipo pedofílica, es decir una atracción sexual persistente hacia individuos que no han alcanzado la madurez sexual".
En todas las audiencias, el imputado dejó en claro que nació en Israel, que vivió un tiempo en Estados Unidos y en su adolescencia llegó a nuestro país. Tiene estudios terciarios de analista programador y se considera astrónomo, a raíz de ello estuvo a cargo de un proyecto dentro del Ministerio de Educación. Desde el 2020 posee un comercio de equipamiento para oficinas, en un inmueble de la capital jujeña. Se percibe como "gente de bien" y se lo hizo saber a los efectivos que los custodiaban en la Seccional de Los Perales, para exigir cosas.
Kinderman sabe que solo con estos elementos de pruebas que pesan sobre él, puede ser condenado a cumplir por lo menos veinte años de prisión. Ya no es dueño de un comportamiento altanero como el que tenía en la Seccional 55º del barrio Los Perales. Desde que el caso salió a la luz, se dispuso su traslado a la Unidad Penal del barrio Gorriti, donde pasa sus días prácticamente aislado de los otros internos, acusando depresión.
Con el avance de la investigación penal preparatoria, el caso que conmocionó a toda la comunidad, ahora hace foco en un posible partícipe de estos graves hechos, que perduraron en un lapso de tiempo de más de dos años y las pistas firmes que los investigadores siguen, se puede develar la próxima semana y no descartan que puedan ordenar nuevas detenciones.
Una fuente cercana a la investigación, le confió a nuestro diario que en la audiencia del jueves pasado, la Fiscalía solicitó al Juzgado de Violencia de Género que se extiende el plazo de prisión preventiva para Kinderman.
Además solicitó los informes del departamento de Informática del Ministerio Público de la Acusación, que analizan las cuentas de redes sociales, correos electrónicos e historial de navegación de Kinderman.
Hay que recordar que el imputado estuvo varios días prófugo de la Justicia, se hizo presente sin sus pertenencias ni su identificación, manifestando haber perdido su teléfono celular. En el momento que el hombre era detenido, manifestó a los efectivos policiales que "es un hombre muy poderoso" y que no entregaría su celular a nadie.