Más de doscientos niños, niñas y jóvenes de distintos puntos de la provincia participaron del 43° Tantanakuy Infantil y Juvenil, que tuvo lugar en la Casa del Tantanakuy de Humahuaca. Fue una jornada de arte, aprendizaje y encuentro, donde las infancias fueron protagonistas de un espacio que celebra la creatividad, la diversidad cultural y el valor de las raíces jujeñas.
Durante el encuentro se realizaron talleres de quechua, narración oral, fieltro, grabado con sellos, cerámica, pintura y otras propuestas creativas, que permitieron a los participantes experimentar distintas formas de expresión artística. Además, el escenario se llenó de música, danzas y coplas interpretadas por los propios niños y jóvenes, en un clima de alegría, respeto y comunidad.
El Tantanakuy Infantil y Juvenil es uno de los eventos culturales más emblemáticos del Norte argentino. Nació inspirado en el espíritu del Tantanakuy de Humahuaca, creado por Jaime Torres y otros artistas comprometidos con la difusión del arte popular. Desde entonces, se sostiene año tras año gracias al trabajo de familias, docentes, artistas y organizaciones culturales que entienden el arte como un espacio de encuentro y de transmisión de valores.
Juan Cruz Torres, uno de los referentes de la organización, expresó su emoción por esta nueva edición y dijo que "estamos muy felices de celebrar 43 años de encuentros. La Casa del Tantanakuy recibió a más de 25 delegaciones de distintos lugares de la provincia y del país. Para nosotros es una felicidad enorme. El objetivo de estos encuentros es promover el conocimiento profundo de nuestra cultura a través de las infancias, porque son el futuros".
La jornada contó con el acompañamiento de la Secretaría de Cultura de la Provincia, que declaró de interés cultural la actividad. Aylen López, coordinadora de Derechos Culturales, destacó la importancia del evento y el compromiso de los más jóvenes. "Desde la Secretaría de Cultura fuimos a acompañar con una declaración de interés cultural provincial y, sobre todo, a disfrutar de estos talentos maravillosos que tenemos en nuestro Jujuy. Durante la mañana estuvimos presentes en los diferentes talleres y pudimos apreciar la gran diversidad y la riqueza cultural que hay en nuestra provincia", sostuvo.
Más allá de las presentaciones y talleres, el encuentro mantuvo viva su esencia: no se trata de una competencia, sino de un espacio para compartir. Cada grupo y cada participante encontró un lugar donde expresar su sentir a través de la música, la danza, la palabra o el arte visual. "El mensaje es claro: las puertas están abiertas. Queremos que cada chico confíe en lo que siente, en su manera de crear, porque eso también es construir identidad", remarcaron los organizadores.
Con una cálida participación de familias, docentes y comunidades de distintos departamentos, el Tantanakuy Infantil y Juvenil reafirmó su papel como un semillero de artistas y guardianes de la cultura viva jujeña. Cuarenta y tres años después de su primera edición, sigue siendo un espacio donde las infancias se encuentran para aprender, compartir y celebrar el arte como un modo de ser y de estar en el mundo.