A la hora del balance del 2024 en la Primera Nacional, los hinchas de Gimnasia se quedaron con un sabor raro en la boca. Por un lado, el hecho que por fin el equipo accediera al Reducido para pelear un ascenso fue importante y por el otro, quedar afuera en la primera fase de los playoffs, les dolió en el alma. En el medio se logró la clasificación a la Copa Argentina, otro objetivo cumplido.
inicia sesión o regístrate.
A la hora del balance del 2024 en la Primera Nacional, los hinchas de Gimnasia se quedaron con un sabor raro en la boca. Por un lado, el hecho que por fin el equipo accediera al Reducido para pelear un ascenso fue importante y por el otro, quedar afuera en la primera fase de los playoffs, les dolió en el alma. En el medio se logró la clasificación a la Copa Argentina, otro objetivo cumplido.
Entonces, la balanza se inclinó más hacia lo positivo que lo negativo, siendo el camino a transitar después de tantos años de sinsabores.
La dirigencia también consideró que era así, renovando el contrato del entrenador Matías Módolo para la temporada que viene.
La mejor campaña de los últimos diez años comenzó con Marcelo Vázquez como técnico. El mendocino, a pesar de haber terminado el 2023 con más sombras que luces, se mantuvo el cargo y armó el plantel. Pero, los resultados y el rendimiento estuvieron lejos de las expectativas -en un gran esfuerzo económico el club había contratado al "Pulga" Rodríguez- y de común acuerdo se decidió romper el vínculo.
Asumió interinamente Franco Sosa, hombre de la casa, y aunque se evaluó ratificarlo en el cargo, tampoco los números lo acompañaron. De esta manera, salieron a buscar un entrenador. El presidente Walter Morales siempre tuvo en la mente a Módolo, quien venía de ascender con Deportivo Riestra a la Liga Profesional.
Sin embargo, las tratativas se dilataron hasta llegar a un acuerdo total y en una semana ya estuvo debutando con aquel 1 a 1 en Santiago del Estero ante Atlético Güemes, donde mereció. Siete días más tarde afrontó en Salta el clásico frente a Gimnasia y Tiro e igualmente estuvo más cerca, pero debió conformarse con el 0 a 0.
De la mano del joven DT, la campaña se encaminó e ilusionó a todos, pero sobre el cierre de la primera rueda hubo un bajón pronunciado.
Preocupó a todos, pero la dirigencia entendió que, entre otros puntos, debía ponerse firme en un aspecto fundamental que estaba incidiendo de forma negativa en el grupo: Luis Miguel Rodríguez.
Si bien el tucumano venía siendo el goleador del equipo y era muy querido por los simpatizantes, el hecho que cada vez que hablaba con los medios de su provincia o nacionales -no daba notas en Jujuy- dejaba en claro que quería volver a Atlético Tucumán. Su meta no estaba focalizada aquí.
Finalmente, luego de varias idas y vueltas, se desvinculó y arregló en el "decano". Claro está que en el receso fue imposible conseguir un jugador de similares características, pero la contratación de Nicolás Dematei le dio solidez una defensa endeble y el retorno a préstamo de Francisco "Panchito" Maidana, jerarquía al mediocampo.
Además, Francisco Molina, con la camiseta 10 en su espalda, demostró que estaba capacitado para manejar los hilos del equipo. Los tres, por cierto, renovaron.
Lo que nunca pudo solucionarse fue más adelante la ida de Alan Sosa a Tigre. El club de Victoria hizo uso de la opción por su pase y obviamente el "Uno" emigró. Joaquín Bigo, hoy desvinculado, quedó a cargo del arco y su rendimiento nunca terminó de convencer. Tampoco al parecer Juan Ignacio Dobboletta, que llegó por Sosa y jamás fue titular.
Gimnasia, de todas maneras, tuvo un cierre de campeonato con victorias determinantes, recuperando la mística del "23 de Agosto", pero falló en la última fecha. Debía ganarle como visitante a Chacarita Juniors, que ya no peleaba por nada, pero sólo empató y dejó pasar la posibilidad de disputar el Reducido con la ventaja deportiva (ser local y un eventual empate favorecerlo).
En los octavos de final, en el primer mano a mano, cayó ante San Telmo en Buenos Aires por uno a cero y se terminó rápidamente la ilusión de la "A".
La temporada "loba" fue positiva y ahora el desafío es aprender de los errores, apuntalar los aciertos y así poder volver a la Primera División, algo que en este 2024 lograron Aldosivi de Mar del Plata y San Martín de San Juan.