¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

15°
24 de Junio,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

El poeta entre la vida y la muerte

Miércoles, 09 de octubre de 2024 01:04

En elogio a la vida, cuando “Primero macizos / los días llegabanàQué simple era todo. / El pájaro, el agua, / el árbol, colmaban / el estanque azul / de cada mañana”. Nuestro poeta Mario Busignani, abrió sus alas tiernas al vuelo primario de la vida, el 30 de septiembre de 1908, y no paró nunca más de construir y volar, en tierra jujeña, hasta su día final un 9 de octubre de 1990.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

En elogio a la vida, cuando “Primero macizos / los días llegabanàQué simple era todo. / El pájaro, el agua, / el árbol, colmaban / el estanque azul / de cada mañana”. Nuestro poeta Mario Busignani, abrió sus alas tiernas al vuelo primario de la vida, el 30 de septiembre de 1908, y no paró nunca más de construir y volar, en tierra jujeña, hasta su día final un 9 de octubre de 1990.

Al año siguiente, en abril, desde la Revista Capricornio realizamos un homenaje al Poeta y entre otros conceptos se mencionan: à “Se dedicó a cantar a la poesía, universal, cantándole al Jujuy de su vida. Fue político, docente, director de teatro, formo parte de la Comisión Provincial de Cultura, dirigió conjuntamente con Néstor Groppa, Jorge Calvetti, Medardo Pantoja y Andrés Fidalgo la Revista “Tarja”, pero por sobre todo fue poeta. En la búsqueda de una estética se inclinó por las formas del soneto, al que manejó con singular maestría. Su obra se plasmó en varios libros.

El primero, Tiempo Ensimismado fue publicado en 1947, luego Memoria del Asombro (1950); Imágenes para un río (1959); Cifras de las apariencias (1970); Canto para Jujuy (1980) y Días Convocados (1982). Mario Busignani fue un esteta de alma, donde el poema tomó las formas de una delicada mujer y se transformó en una flor y descubrió en una madrugada azul que el canto definitivo estaba afincado en su propia tierra y el llamado profundo se encontraba en la labranza a la que dedicó sus días innumerables. Buscó indagar sus cielos, sus hombres, y de su asombrosa natura, extrajo el zumo que bondadosamente le entregó en versos al Jujuy de su existencia.

Hoy, “Capricornio”, en nombre de los poetas y artistas, que reúne en un ámbito de creatividad, quiere rendir, en verdad, un homenaje al memorioso creador, al amigo poeta, que se durmió una noche de octubre y arropado de primavera su corazón, “tenue río” se consumió “en sílabas de llama”. Al homenaje se unió Andrés Fidalgo con “Indagaciones”, donde simbólicamente recuerda desde “Tarja” a los dilectos amigos del desaparecido poeta. Ellos son: Néstor Groppa, Mario Busignani, Medardo Pantoja, Jorge Calvetti, Héctor Tizón y Andrés Fidalgo, quien expresa en un fragmento de “Indagaciones”: Aquí, / donde pucaras silenciosos / apenas perturbados por el viento, / esconden cenizas anónimas / de remotos tiempos; / donde el maestro Leandro reencontró / su ascendencia sureña de labriego / y donde Mario amansó toros de luz / en los corrales del soneto."

La Escritora Herminia Bellomo nos habla en: Elementos de su poética, (Revista Capricornio n°8 -mayo de 1993). “Su nombre es representativo de la poesía de Jujuy desde la década del 40, época en que empezó a publicar. Su actuación comienza en momentos cruciales para el quehacer poético, cuya característica más importante y diferenciadora es la de tomar conciencia de la misión específica del poeta y esta conciencia implica una reflexión sobre el lenguaje y la esencia de la poesía.

Mario Busignani era un poeta sereno, reflexivo, mesurado en todos los aspectos de su expresión, por ello, aun en momentos de fervor juvenil, para caracterizar su obra, que era la del proyecto de Tarja, dice: “Nuestro mayor anhelo finca en la búsqueda de una versión digna y fiel de nuestra tierra y sus criaturas, empeño que no debe tomarse en términos de estrecho localismo ni tampoco de folclorismo deliberado “(Tarja: “Plática - año 1, n°5-6). Con estas palabras marca las diferencias en el poeta de vocación, de oficio, portador de un mensaje y capaz de transmitirlo en términos universales, de aquel que sólo sabe rimar y apoyarse en el entorno para expresarse.

Pero esto no significa que Mario Busignani haya eludido los temas que le proporcionaban la región y no se haya conmovido con ellos. La contemplación de ríos, valles, collas, cielos transparentes, le provocan reflexiones trascendentales. Así, el río, expresado en original lenguaje metafórico, es la evocación de la niñez despreocupada: “tú, enamorado de tu quena de agua/yo, con mi asombro y mi silbido” / Pero es también la conciencia del paso irrecuperable del tiempo: “Orillas del río / que me veis llorar/ ya no están las aguas/ que vine a mirar” /.

Jujuy no es sólo el ámbito donde se vive, sino las raíces y la historia: “aquí la greda original, el arca/sagrada, la epopeya y la fatiga. Aquí el caído ejemplo de Lavalle. Es también el lugar de creencias populares que se aproximan al mito. ‘Y sin embargo/ velas lloran inconsolables lágrimas de sebo/ por la muerte milagrera de la Sibila’ /. Para Busignani la poesía era destellos, espejismos intuiciones logradas en instantes que luego la reflexión y el ingenio plasmaban en palabras. Por ello, si bien su obra recrea la realidad, su originalidad reside en lograr una nueva visión de ella, con una mirada que la trasciende.”

Deseo finalizar esta columna con palabras afortunadas y de construcción de una historia que nos lleva al año 1987, en que conocí al Poeta Mario Busignani y formábamos parte de un Jurado con Néstor Groppa, para un concurso literario de poesía y cuento, con recursos provenientes del hoy, “desaparecido Banco de Acción Social”. Realizamos reuniones, para organizar tareas propias de la responsabilidad asumida y me vienen las palabras de la escritora Herminia Bellomo sobre Mario Busignani de “poeta sereno, reflexivo y mesurado” y creo que es una mirada justa y describe su imagen de hombre creador y pensante, porque también somos como él dice: “àseres de sombra y luz, sin luz cimera ni maciza sombra, / a este continuo perecer nacidos/ con que la muerte se nos hace vida, / con que la vida se nos trueca en muerte.

Nota: Ilustración de Analía Burgos y estudio crítico de Herminia de Bellomo.

Temas de la nota

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD