Las veterinarias, como otros tantos servicios, se están viendo sumamente perjudicadas por el proceso inflacionario por el que atraviesa el país.
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Las veterinarias, como otros tantos servicios, se están viendo sumamente perjudicadas por el proceso inflacionario por el que atraviesa el país.
Esta situación se ve claramente reflejada en el precio de los medicamentos para animales que mes a mes aumentan sus precios y en grandes saltos.
Así lo confirmó Fabián Oropeza, presidente del Círculo Médico Veterinario de Jujuy, quien indicó que el encarecimiento en promedio es del "orden de entre el 4% y el 9% mensual dependiendo el producto".
En esta línea ejemplificó que los productos de uso dermatológico en veterinarias tienen muchos de sus insumos importados, lo que hace que el impacto de la inflación se refleje en el precio.
"Traer un producto de afuera hace que impacte directamente sobre la suba mensual en el comercio veterinario y por consiguiente en los tutores de los animales", explicó.
Como en todo rubro, esta constante actualización de precios provoca malestar y rechazo en la gente y "a nosotros nos toca dar la cara y explicar que no somos los culpables de esta situación y que tampoco podemos hacernos cargo del tema inflacionario", destacó Fabián Oropeza.
En detalle, el veterinario indicó que la suba de costos depende del tipo de medicación. Hay algunas que normalmente son muy costosas y pueden llegar a aumentar hasta $5.000 de un mes a otro.
"En las medicaciones de bajo costo tal vez no se siente tanto el aumento pero en las de alto costo el impacto mensual es increíble. Por ejemplo, una medicación de alto costo de uso frecuente es el Fluralaner (para la prevención de pulgas y garrapatas) y se usa cada tres meses. Esta medicación para un perro promedio de 10 kilos esta aproximadamente entre los $10.000 y $12.000 y hace dos meses estaba a $6.000 o $7.000. Un incremento como este inevitablemente lo tenemos que redirigir a los tutores de los animales", lamentó el titular del Círculo Médico Veterinario.
Y en lo que respecta a los insumos para cirugías también se registra un alto impacto, sobre todo en las medicaciones anestésicas que son complicadas de conseguir y que en algunos laboratorios están en falta. Y tener un bajo stock también hace que la medicación aumente el valor, explicó.
Baja en las consultas
A diferencia de otros rubros, durante la pandemia registraron un acercamiento mayor de los tutores a las veterinarias. Y esto se explica a que durante el encierro la gente tuvo mayor contacto con sus mascotas y por consiguiente la visualización de las patologías que estaban padeciendo. "De hecho, muchos veterinarios nos tuvimos que acostumbrar a trabajar con turnos, cosa que antes no hacíamos", agregó.
Así, durante la pandemia el trabajo aumentó para los veterinarios y "tomando como referencia esa época hoy las consultas bajaron a causa de los costos y del proceso de inflación. Un ejemplo es que muchos colegas se refirieron a una baja en la práctica de planes sanitarios para cachorros que implican desparasitación, vacunación, etc". Al respecto advirtió que la contraparte de no hacer medicina preventiva es que los tutores ya llegan a la clínica veterinaria frente a una patología ya instaurada en el animal.
"Ahora se ve que las prioridades van por otro lado, esperemos que esto sea momentáneo. Porque lo ideal para las mascotas es que se haga medicina preventiva", dijo.
La no asistencia a las veterinarias muchas veces quedan en evidencia en la discontinuidad en los planes sanitarios. Muchas personas llegan al consultorio con fechas vencidas o bien habiendo obviado alguna, lo que no hace otra cosa que poner en riesgo la salud de las mascotas, por lo que sugieren cumplir con las vacunas y la desparasitación en sus primeros meses de vida que resultan clave para un óptimo crecimiento y desarrollo.
Piden no medicarlos con drogas para humanos sin consulta previa
Pese a que los humanos y los animales son muy parecidos en cuanto a sanidad, es decir que las mismas patologías que existen en las personas también pueden tenerlas los animales, no se debe medicarlos con drogas para humanos sin antes consultar con un médico veterinario matriculado. “Ocurre que la velocidad en la que se desarrollan las patologías en un perro o en un gato es 10 o 20 veces superior a la de un humano, lo que cambia rotundamente la forma de tratamiento y las medicaciones que se pueden usar. Es que la metabolización de ciertos medicamentos es totalmente distinta de una especie a otra”, explicó el presidente del Círculo Médico Veterinario de Jujuy, Fabián Oropeza. “Por ejemplo, hay perros y personas diabéticas o hipotiroideas pero las formas de tratamiento y las presentaciones medicamentosas son muchas veces distintas.
Aunque hay veces que si se puede compartir, eso lo debe decidir un médico veterinario”, especificó. En este sentido, advirtió que hay medicamentos con los que los humanos están en continuo contacto como con el diclofenac y el ibuprofeno que son de venta libre, y que están totalmente contraindicados en perros y en gatos pudiendo llevarlos a situaciones muy graves. Otro ejemplo es el paracetamol que los gatos no pueden metabolizar generándoles úlceras mortales. Cabe recordar que a inicios del mes de abril se firmó a nivel nacional el Decreto 185/2023 que habilita a las farmacias a suministrar medicamentos de su vademécum ante recetas firmadas por médicas y médicos veterinarios para uso en animales de compañía.
El mencionado Decreto no habilita a las farmacias de especialidades en medicina humana a la comercialización de productos veterinarios dado que el expendio de los mismos está normado por la Ley 13.636, el Decreto 583/67 y las Resoluciones 978/93 y 1642/19 cuya regulación y responsabilidad de ejecución y aplicación es encomendada al Senasa por el Decreto 1585/19.
Importancia de la castración
Sobre el pensamiento que las mascotas deben tener aunque sea una camada de crías antes de la castración, el médico veterinario Fabián Oropeza dijo que solo se trata de un mito tras explicar que “los perros y los gatos son especies que no están en peligro de extinción, por lo cual su reproducción es netamente decisión nuestra”.
Explicó, además, que la castración temprana forma parte también de una terapia preventiva informando que “en hembras previene entre un 90% y un 95% la posible aparición de un tumor de mamas. Ocurre que hay tumores de las mamas que son hormonodependientes y si uno saca la fuente de hormonas que son los ovarios, evita justamente la posibilidad de su crecimiento”.
Sin embargo, advirtió que no se debe hacer una castración muy temprana “porque las hormonas sexuales también intervienen en el desarrollo corporal del animal y en ese caso es muy importante la consulta con el médico veterinario de cabecera para que sugiera la edad adecuada para castración”. Por último, el especialista en clínica de pequeños animales destacó que Jujuy es una de las provincias que más campaña hace para la castración y la vacunación antirrábica, siendo esta última una práctica bien aceptada, en parte por la concientización generada y por tener la característica de ser gratuita.