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Tenía 33 años cuando le detectaron cáncer y nunca se dejó vencer

Sandra Vásquez hace 17 años superó la enfermedad y ayuda a otras mujeres que padecen la dolencia.
Miércoles, 03 de mayo de 2023 01:01

"Cuando me dijeron que tenía cáncer me di cuenta que lejos de que mi familia me contuviera la que les daba contención era yo", afirmó Sandra Beatriz Vásquez quien con gran orgullo comenta que "hace 17 años que superé mi enfermedad".

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"Cuando me dijeron que tenía cáncer me di cuenta que lejos de que mi familia me contuviera la que les daba contención era yo", afirmó Sandra Beatriz Vásquez quien con gran orgullo comenta que "hace 17 años que superé mi enfermedad".

Vásquez tiene 50 años, está casada con Alfredo Tolaba y tiene un hijo de 27 años llamado David, "a quien yo lo llevaba de un lado a otro, al ser hijo único era muy sobreprotegido entonces decidí que le tenía que 'soltar la mano', no mal pero sí enseñarle a que se valga por sus propios medios porque en definitiva uno nunca sabe cuándo le va a tocar".

SANDRA BEATRIZ VÁSQUEZ | SUS GANAS DE VIVIR Y DE SALIR ADELANTE

"Si tendría que decirle algo a una persona con cáncer sería no se tienen que dejar caer, es una enfermedad a la que todos asocian con la muerte, pero no es así, la persona le tiene que poner ganas y mucho optimismo porque lo que hace mal para esta enfermedad es deprimirse, dejarse caer, dejarse vencer...", afirmó muy segura.

"Yo misma descubrí mi enfermedad un día bañándome, sentí una dureza en el pecho derecho y le avisé a una tía enfermera que me sacó turno con el doctor Carlos Ibarra y apenas me hace la palpación me dice no me gusta nada lo que veo. Con decirme eso me dijo todo y me citó para el próximo martes y me realizan una punción y me extraen una muestra y cuando regresé me dicen que es cáncer, yo estaba con mi esposo", aclaró.

CONFECCIÓN DE TURBANTES | UNA DE LAS TAREAS QUE REALIZAN EN EL TALLER.

Agregó que "uno al principio se siente mal pero soy de esas personas que hay que seguir para adelante, pero es cuando me toca hablar con mi padre y mis abuelos paternos que fueron los que me criaron y fue cuando entendí que era el pilar de la familia porque ya eran personas grandes y todos, sin que yo me lo pregunte decían ¿por qué? y yo les decía de algo hay que enfermarse y en la viña del Señor a mi me tocó esto".

Sorprende la calma del relato, pese a la verborragia de nuestra entrevistada que transmite muchísima fe y optimismo y que se abocó a darle pelea a una situación que no la asustó en ningún momento y que por el contrario salió a su encuentro a darle batalla.

ESPERANZA Y CONFIANZA | OTRO ESPACIO DE TRABAJO.

Sandra Vásquez comentó que tuvo que esperar más de dos meses para ser intervenida quirúrgicamente y que estaba bastante avanza hasta la axila. "Hoy cuando escucho a mis alumnas me doy cuenta que yo tuve mucha suerte porque lo pudieron agarrar a tiempo y eso tuvo mucho que ver", señalando que "a mi me atendió el doctor Ibarra y el tratamiento duró ocho meses. Me dieron cuatro sesiones de quimioterapia y otras cuatro de las llamadas rojas según me explicó el doctor porque yo no soy de averiguar, yo me puse en sus manos y dije el sabrá".

MARÍA CUEZZO Y SANDRA VÁSQUEZ

Recordó que a los quince días comenzó a perder el cabello y las cejas. "Como mujer y coqueta uno se siente mal, pero yo lo solucioné rápidamente, con unos pañuelos grandes y que me enseñen a maquillarme porque no sabía ya que no era de maquillarme". Inmediatamente agregó que "una mañana me levanté fui a mi peluquera, le conté por lo que estaba pasando y como no me gustaba levantarme cada mañana y ver el cabello en la almohada me hice pelar, me llevé un sombrero y un pañuelo y regresé caminando lo más 'chocha' porque no todas las personas tienen el carácter ante la enfermedad y creo que lo mas importante es el optimismo y ponerle ganas".

Confección de turbantes

Consultada sobre su relación con el grupo que encabeza María Fermina Cuezzo "Proyecto de acompañamiento a personas con cáncer", Sandra Beatriz Vásquez recordó que "la conocí a través de mi tía y me acerque proponiéndole la confección de los turbantes y de prótesis mamarias"

"Sucede que una vez el doctor me preguntó qué hacia y le dije que 'soy ama de casa', entonces me recomendó hacer terapia ocupacional y ahí es que comencé con manualidades y hace 17 años que hago un taller de algo como corte y confección, artesanías, calzado, marroquinería y terminé haciendo la tecnicatura en diseño de indumentaria y es por eso que en el taller les puedo enseñar de todo un poco", comentó.

 

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