El entrenador de Boca Juniors, Hugo Ibarra, quien fue dado de alta ayer después de sufrir una "epistaxis nasal de origen arterial", y se presentó en la práctica de fútbol vespertina del plantel "xeneize" en el predio de Ezeiza.
Pese al consejo de reposo de 48 horas formulado por los médicos del hospital Italiano de San Justo, en donde permaneció internado en observación por 24 horas, el técnico de Boca quiso estar en el entrenamiento de sus dirigidos. El formoseño Ibarra, de 48 años, quien fue visitado la mañana de ayer temprano por el presidente boquense Jorge Ameal, se retiró del centro sanitario con la misma ropa deportiva que ingresó y se subió a un vehículo para ir al predio de Ezeiza, en donde almorzó y después se retiró a descansar un rato a su hogar al mando de su camioneta.
Ibarra tuvo una charla con Juan Román Riquelme, vicepresidente segundo del club y amigo personal del DT, quien le pidió que se tomara por lo menos un día de descanso. Sin embargo, el entrenador llegó ayer a las 16.15 al predio de Ezeiza en su auto particular. El entrenamiento del plantel "xeneize" fue el más importante de la semana, ya que fue una práctica de fútbol en donde se vieron cambios en el equipo para enfrentar a Instituto de Córdoba el próximo domingo.
"Clínicamente está estable, es una decisión de él ir al entrenamiento. Uno le puede aconsejar que trate de mantenerse calmo y evite algún esfuerzo, pero la decisión es de él", aclaró el médico consultado por radio Mitre.
El técnico empezó a sentirse mal y en un momento le sangró la nariz. De inmediato fue revisado por los médicos del club y derivado en ambulancia a una clínica, donde por precaución permaneció internado.
Aragón fue cauto sobre las causas del episodio, en medio de versiones por un supuesto cuadro de estrés: "Es algo muy subjetivo, esto lo tiene cualquiera. Es común, más con los días de calor que tenemos ahora. Se genera una vasodilatación importante". Se identificó epistaxis nasal de origen arterial que fue controlada.