Coincidentemente con el Día del Migrante, la feligresía vivió a pleno la fiesta patronal en honor a la Virgen Madre de los Migrantes, co-patrona de la capilla San Antonio. La misa fue presidida por el párroco Jorge García Méndez, y contó con la presencia de numerosas colectividades. El templo fue especialmente ornamentado con banderas de distintos países, representando el abrazo que desde la fe congregó a todos los migrantes.
En su homilía el padre Jorge, sostuvo, “hoy en Argentina, celebramos el Día del Migrante y entendemos como migrante a aquella persona que deja su lugar de origen y parte hacia nuevas latitudes en busca de pan y de trabajo. Podríamos afirmar que hoy se celebra el día de la movilidad humana”.
La misa tuvo importantes signos y símbolos, como las banderas de numerosos países que fueron colocadas en los asientos y otras al pie del altar, por la presencia de las colectividades y descendientes de las familias pioneras que llegaron al pueblo sampedreño y la de los niños que trabajaron con gran tesón junto a sus catequistas, para lucir los trajes característicos de cada país.
En el momento del ofertorio, la feligresía presentó un par de sandalias, una biblia, la figura del mundo, una maleta, una cruz y una imagen de la Virgen, tales signos hicieron referencia al migrante, la valija donde lleva los sueños de un mejor futuro, el mundo que representa con sus colores a toda la humanidad, las sandalias propias de todo caminante, la cruz y una imagen de la Virgen María, compañera del camino, amiga y auxilio.
Luego se hizo entrega de un presente con la imagen de la Virgen Madre de los Migrantes a los a representantes de las colectividades y finalizada la celebración, el padre Jorge, procesionalmente, salió junto a los monaguillos, a los niños y a los representantes de las comunidades para el saludo fraterno en la puerta de la capilla.