Vecinos de San Guillermo II pidieron una red cloacal, limpieza de terrenos y zanjones y que el supermercado cercano limpie lo que los proveedores dejan en las calles.
inicia sesión o regístrate.
Vecinos de San Guillermo II pidieron una red cloacal, limpieza de terrenos y zanjones y que el supermercado cercano limpie lo que los proveedores dejan en las calles.
Los vecinos llegaron hasta nuestra redacción para solicitar a la autoridades pertinentes que les brinden soluciones a un problema que ya tiene muchos años, la falta de un sistema de cloacas y la limpieza de terrenos y zanjones que hay en el barrio que se han convertido en nidos de alimañas. Aseguraron que durante muchos años han realizado diferentes pedidos ante la comuna y a nivel provincial sin tener respuestas.
El barrio San Guillermo II se encuentra ubicado en la zona sur de la ciudad capital, al costado de la colectora que bordea la autopista 66, detrás de un conocido supermercado mayorista que abrió sus puertas hace unos meses atrás.
Este sector barrial va a cumplir cerca de 30 años y viven allí más de 70 de familias, muchas de ellas con adultos mayores y niños pequeños entre sus integrantes.
Los vecinos aseguraron que el barrio es un espacio "olvidado" desde siempre, pero coinciden en que la situación sanitaria ambiental se agravó en los últimos meses por distintas situaciones, tales como el hecho de que los pozos ciegos estén colapsados y que la difícil situación económica no les permite contratar periódicamente a los camiones atmosféricos para realizar el desagote.
Por otro lado, la falta de limpieza de terrenos baldíos que abundan en el barrio y los zanjones hace que estos espacios se conviertan en nidos de todo tipo de alimañas e insectos. "Convivimos con ratas, mosquitos, comadrejas, alacranes, serpientes y cucarachas", indicaron los vecinos al mismo tiempo que comparten su temor por la propagación de diferentes enfermedades como hantavirus, rabia, leptopirosis, entre otras.
En diálogo con El Tribuno de Jujuy, Carmen Rosa Lacsi, Damiana Calisaya y Alfredo Romero indicaron que están cansados de vivir una situación que afecta gravemente la vida de sus familias. Explicaron que el hecho de no contar con una red de cloacas no les permite usar una ducha como cualquier otra persona, sino deben bañarse con un jarro de agua para evitar que gran cantidad de agua servida salga a las calles y las convierta en focos infecciosos. Por otro lado, indicaron que muchas veces hay inspectores comunales que llegan a hacerles multas por el agua que sale de los domicilios, pero no dan una respuesta a la falta de los servicios básicos.
Carmen Lacsi y Damiana Calisaya junto a otra vecina, María Chambi, realizan periódicamente y de forma voluntaria tareas de limpieza en todo el barrio. "Nosotras creemos que si nuestro barrio no está limpio, es un peligro para los chicos y también para los abuelos, por eso terminamos limpiando lo que los camiones que estacionan en cercanías al supermercado dejan en las calles", acotaron.
"Ya le hemos pedido al supermercado que limpie lo que dejan tanto empleados como proveedores, pero tampoco tuvimos ninguna respuesta positiva", indicó Alfredo Romero.