Como ya lo había anunciado desde el municipio de Libertador, el intendente Oscar Jayat, hoy a las 11 se entregará la llave del mausoleo para los veteranos de guerra de Malvinas en el cementerio Sagrado Corazón de Jesús.
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Como ya lo había anunciado desde el municipio de Libertador, el intendente Oscar Jayat, hoy a las 11 se entregará la llave del mausoleo para los veteranos de guerra de Malvinas en el cementerio Sagrado Corazón de Jesús.
El excombatiente Ítalo Figueroa, en diálogo con nuestro diario, dijo que "la ciudad de Libertador marcará el rumbo para ejemplo de toda la provincia, como ya algunos lugares del país lo hicieron en memoria de una hermandad inquebrantable para memoria y recordación de un pasado no muy lejano".
Ante el anuncio de días pasados, Figueroa se dedicó a investigar en qué otros lugares se había dado esto y comentó que "los primeros sitios que actualmente se encuentran en el país son Panteón de los Veteranos de Guerra de Malvinas de Virasoro, provincia de Corrientes; Panteón de Veteranos de Guerra de Malvinas de Almirante Brown, Buenos Aires; Mausoleo Héroes de Malvinas en Pergamino, Buenos Aires, y el Panteón de los Veteranos de Guerra de Malvinas de Punta Alta, Buenos Aires".
El veterano de Malvinas comentó que "Libertador pasará a convertirse en la ciudad donde también contarán con este sitio sagrado y caro a los sentimientos".
Recordó, emocionado, que "durante los primeros años de la posguerra, muchos de mis compañeros deambulaban solos sin destino, sin rumbo. Una vez más comprendí que tan acertado el dicho filosófico de que el soldado en la guerra es amado y en la paz olvidado. No estuvimos tan solos, la familia, los amigos y los mismos camaradas, y a pesar de los procesos desmalvinizadores desde distintos ámbitos que nos invisibilizaban cada vez más, surgió una luz, una llama que deberíamos mantener, la hermandad de Malvinas. Y así comprendimos que no solo fuimos compañeros o amigos sino hermanos de la vida, la que a la corta edad de nuestra adolescencia logró marcarnos a fuego y cambiar nuestros destinos para siempre".
Recordó que "muchos partieron por distintas dolencias o patologías que no supimos contrarrestar. Diseminados por donde los deudos decidieran, los restos mortales quedaron esparcidos sin más recuerdo que de los familiares o de los hermanos de la vida. Volver a estar juntos y sobre todo unidos sería nuestro destino final y así comenzamos a trabajar para que los restos de cada uno continúen en el mismo sitio, como un ejemplo de unidad y de memoria para nuestros hijos, la familia y todos los que en vida nos vieron transitar".