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24 de Junio,  Jujuy, Argentina
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Sesenta y cinco años cumple la Sade filial Jujuy

Recordamos a dos migrantes que escribieron desde Jujuy.

Lunes, 13 de junio de 2022 01:00

Por Jorge Eraclio Albarracín (colaboración especial).

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Por Jorge Eraclio Albarracín (colaboración especial).

Como Socio Honorario de la Sociedad Argentina de Escritores Filial Jujuy, me siento comprometido con su historia, desde su creación hace 65 años, un 13 de junio de 1957, se determinó como fecha de Fundación el Día del Escritor. La Junta Directiva de la filial estuvo integrada de la siguiente manera: Jorge Calvetti como presidente; Andrés Fidalgo, secretario y Marcelo Ventecol, tesorero. Se fijó como lugar de reunión la Biblioteca Popular de la calle Belgrano al 600. Firmaron Acta Constitutiva: Néstor Groppa, Jorge Calvetti, Mario Busignani, Marcelo Ventecol, Andres Fidalgo, María Laura Oyuela de Pemberton, Mercedes Beltrán de Labarthe, Carlos E. Figueroa, Francisco Raúl Gómez, Carlos Mazuchelli, Héctor Tizón, Miguel Ángel Pereira y Teófilo Sánchez de Bustamante. La mayoría Escritores de reconocimiento en nuestra Provincia y en el caso de las mujeres, María Laura O. de Pemberton, poeta, una de las pocas mencionadas, como iniciadora en la década de los sesenta, presentada con “Un Canto para Jujuy” y un libro que dejó inédito: “Testimonio Lírico”, debido a su muerte trágica. De Mercedes Beltrán de Labarthe sabemos que se dedicó a las artes plásticas, fue una artista de noble corazón y por muchos años participó de exposiciones y mostró sus obras al público de Jujuy.

En estos 65 años, he participado como Directivo desde el año 1984, como vicepresidente, luego presidente en varias oportunidades hasta retirarme en el año 2010, como secretario general. Sobre esos años quiero recordar ahora a dos escritores que llegaron a nuestro país y a nuestra provincia, en diferentes tiempos, y quisieron dejar sus improntas, sus creacionesà Eran estos hombres habitantes lejanos, que llegaban en busca de nuevas oportunidades, buceadores de la palabra y enamorados de nuestra Jujuy. Sembraron sus semillas llenas de nostalgias, todos, de culturas distintas, enriquecieron las sementeras, horadaron su piel y permitieron que nazca una nueva siega. De cada uno contaré el relato o un pensamiento, que quisieron dejar para siempre, entre nosotros o ellos mismos que decidieron dormirse en el regazo de esta madre norteña, para siempre.

Comenzaré por el poeta Rafael Hugo Reyes, quien nació en Tupiza, Bolivia, y vino desde muy niño a nuestra provincia. En 1934, egresó del Colegio “Mariano Moreno” e ingresó al Colegio Nacional. Se recibió de bachiller en 1938. Inició estudios superiores en la Universidad de La Plata, recibiéndose de abogado en 1944. En el campo literario escribió su primer libro “Horas de Cristal” en 1948. Dejó pasar más de 30 años para armar “Intermedios del Camino”, 1983, su segundo poemario.

Esta demora se explica por su dedicación a su profesión de abogado, docente y publicista de nueve libros de derecho, pero la Poesía que sabe esperar renació con “Voces de mi Montaña”, 1986; “Gotas de mi ventana”, 1991; “Anotando el Tiempo”, 1996 y “Sólo Poesías”, 2009 (donde reúne la poesía de sus cinco poemarios). Publicó en prosa: “Relatos de la Toga”, 1993; “Cuentos del Andar”, 1997; “Narraciones Pequeñas”, 2001; y “Relatos Simples”, 2003.

Fue Asesor Legal de los Escritores por muchos años y Socio Honorario de la Entidad. El poeta nos habla acerca de la Poesía: “La Poesía no es sólo la expresión de un sentimiento, diríamos del Poeta, sino más bien contiene la manifestación clara que alcanza a exponer, a veces la descripción de un paisaje, en los diversos aspectos de la belleza que mira el poeta y puede asimismo con su poesía expresar sentimientos que vive y tiene frente a la belleza. Todo esto le produce sensaciones, que manifiesta con gran emoción dentro del verso y tiene que ver con las circunstancias que le toca vivir y sentir por quien escribe... La Poesía, así, tiene la amplitud del espíritu y el alcance o contorno que pueda dar el hombre creador. En “Paisaje”, nos dice: “Ya la luz de la tarde no fulgura/ en las aguas que llevan a mi barca, /pero la noche me trajo la luna/ que llenó con su manto la comarca. /à/ Hay momentos que el ser queda cautivo /con el blanco paisaje de la luna, /yo prefiero beber todo su brillo, /solitario bogar en la laguna.” Nuestro Poeta Rafael Hugo Reyes se despidió para siempre el 3 de junio de 2014.

El segundo buceador al que haré referencia es un escritor que me visitó varias veces en mi domicilio, antes de la publicación de su libro. Se trata de Elías Juan Cristo, nació en Valdivia, Chile, el 27 de junio de 1937. Sus padres lo trajeron de muy niño, cuenta. Se radicó definitivamente en Argentina en 1967. Sacó carta de ciudadanía y renunció a la chilena. De profesión comisionista, recorrió todo el país y nos dice: que lo que más le gusta son sus paisajes “y de todos, los de Jujuy son mis preferidos”. Sobre su libro “Vida y tradición gitana (Traio gomanó)”, publicado por Imprenta Lukar 2003 y auspicio de la Secretaría de Turismo y Cultura, nos dice: “Este libro lo escribo para que quien lo lea, conozca y sepa de nuestras tradiciones y costumbres y de esa manera compartan nuestras vidas”.

En otro momento nos da referencia sobre su educación: “Aprendí a leer gracias a una amiga que venía a la carpa por las tardes y me enseñaba un par de horas por día. Así aprendí los rudimentos de la lectura y la escritura. No sé leer ni escribir en letras de carta, lo hago todo en imprenta. Como todos los gitanos, no asistí a la escuela. Nosotros no vamos a la escuela por una tradición que se originó en realidad en el hecho de que no teníamos domicilio fijo. Ahora que muchos gitanos viven en casa, algunos mandan a sus hijos a la escuela pienso que, con el envío de los niños al colegio, quizás mejoren inclusive en el comercio”.

En otra parte nos habla de su vida personal: “Mi padre me casó por primera vez en 1955, cuando yo tenía 15 años, con mi prima que se llamaba Sofía Cristo. Ese casamiento tuvo que ser postergado por una semana, porque el país se encontraba en estado de sitio, a causa del derrocamiento del General Perón.

Nos casamos en Santiago del Estero y tuvimos un hijo llamado Carlos, pero me separé de ella en el año 1956”. Es un libro que rompe muchos mitos, nos habla de sus creencias, costumbres y tradiciones y como la vida urbana va destruyendo su nomadismo. En nuestra ciudad se ubican desde hace muchos años en la zona sur. Para conocer bien su cultura el libro de Elías Juan Cristo es una buena referencia.

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