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26 de Junio,  Jujuy, Argentina
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Vivir para cantar, cantar para vivir, el sueño de Marina García

La joven cantante lírica jujeña prepara un concierto en Buenos Aires.
Domingo, 30 de octubre de 2022 01:02

La cantante lírica jujeña, Marina García, se encuentra en Buenos Aires preparando un concierto propio muy especial, que de alguna manera cerrará el ciclo 2022 de su trabajo. Tiene 25 años, está cursando una beca del Fondo Nacional de las Artes, y anunció para el próximo 4 de noviembre su recital "Huellas", acompañada de la pianista Gabriela Battipede, en la Scala de San Telmo (Pasaje Giuffra 371, barrio San Telmo), en Caba (Ciudad Autónoma de Buenos Aires), a partir de las 20. Las reservas se hacen las paginas www.alternativateatral.com.ar y www.lascala.com.ar.

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La cantante lírica jujeña, Marina García, se encuentra en Buenos Aires preparando un concierto propio muy especial, que de alguna manera cerrará el ciclo 2022 de su trabajo. Tiene 25 años, está cursando una beca del Fondo Nacional de las Artes, y anunció para el próximo 4 de noviembre su recital "Huellas", acompañada de la pianista Gabriela Battipede, en la Scala de San Telmo (Pasaje Giuffra 371, barrio San Telmo), en Caba (Ciudad Autónoma de Buenos Aires), a partir de las 20. Las reservas se hacen las paginas www.alternativateatral.com.ar y www.lascala.com.ar.

Antes de viajar, la artista conversó con El Tribuno de Jujuy, para dar detalles de lo positivo de su 2022. En primer lugar, cabe mencionar que está realizando la tercera beca de estudio en su carrera (la primera fue otorgada por el Mozarteum, y ésta es la segunda del Fondo Nacional de las Artes). Por otro lado, forma parte de "Salta Lírica", el proyecto que lleva adelante en la ciudad de Salta, el maestro Luciano Garay, con la que antes de la pandemia hizo su debut en ópera, haciendo el papel de Berta en "El barbero de Sevilla"; y en junio de este año, montó "La viuda alegre", donde fue "Hanna", la protagonista.

El broche de oro será el cierre casi personal que hará en la Scala de San Telmo porque es una presentación propia.

Esta beca le posibilita estudiar con maestros del teatro Colón, explica la joven que con toda su experiencia y preparación sueña con "vivir de esto –su arte-, y promocionar el canto lírico para que más gente la escuche, porque estoy segura "que no es que a la gente no le gusta, sino que no la conoce porque no hay suficientes oportunidades. Mi intención es que la gente conozca, se acerque, y que una vez que escuche, recién decida si le gusta o no. Incluso si quieren retirarse antes de que termine, no necesitan estar todo el tiempo", expresa.

En "La viuda alegre", junto a más integrantes de Salta Lírica, estuvo dirigida por el maestro Luciano Garay, con Julio Menéndez al piano y Darío Petruccio en la dirección de escena. Se hicieron seis funciones, que Marina nunca olvidará. La presidenta de la Scala de San Telmo, Susana Santillán, viajó desde Buenos Aires, para verla cantar en esta obra en Salta.

Dice que concibe este recital en Buenos Aires, como "un homenaje a mis maestros, que, en todos estos años, siempre me estuvieron guiando a través de becas, y fueron parte fundamental de todo el proceso que fui realizando", asegura.

La Scala de San Telmo es una fundación sin fines de lucro, creada en 1993, que se encarga de la difusión de la cultura y el apoyo a estudiantes jóvenes de música. Organiza un evento muy importante en este sentido, que es el concurso de canto lírico, fue el primero en el que Marina participó y concursó cuando comenzó a salir de Jujuy y Salta. Ganó el segundo puesto, hace cinco años.

Su historia

"Desde pequeña siempre estuve muy cerca de la música. Al principio cantaba música popular, después comencé a hacer violín en el conservatorio. Hice cuatro años de violín, pero siempre algo me tiraba hacia el canto", cuenta.

Su primera profesora de canto fue Chichí Espinoza, "ella me escuchó, y me dijo que pruebe con otro estilo. Yo tenía 12 años y el canto lírico no era un género que yo escuchara. Yo a ella le llevé una canción de folclore y la verdad que nunca le pregunté por qué me dijo eso. Como tenía prejuicios con la música lírica, dejé de estudiar con ella", recuerda.

Fue su padre quien después la incentivó haciéndola escuchar cds de cantantes de pop lírico, "que es un cross over, o un subgénero, que mezcla la música pop con la música lírica", explica ella. Así empezó a escuchar a Emma Chaplin, Il Divo, entre otros, y se inició con esas canciones. "Cuando me escuchaba cantando estas canciones, encontraba en eso algo que con otros estilos no lograba terminar de sacar", comenta.

El siguiente paso fue estudiar comedia musical, y entonces volvió a estudiar con la profesora Espinoza en la Escuela de Música.

Más tarde tomó clases particulares con la profesora Susana Poma, que fue su primera maestra de canto lírico. Cuatro años fue su alumna, y después formó parte del coro que dirigió Nora Gareca.

Le salió una beca para estudiar en Mendoza, y luego se fue a Salta, para ser alumna del maestro Luciano Garay, que es de Buenos Aires, cantante del Teatro Colón con una carrera internacional destacable, "y se fue a vivir a la ciudad vecina para crear un proyecto, inspirado en lo musical natural que tiene la gente del norte", dice nuestra cantante. En Salta puso en marcha varios proyectos, entre ellos "Salta Lírica", al que se sumó Marina García, "en esta fundación soy becaria y llevamos adelante muchos conciertos de óperas".

Con todo, la artista proyecta vivir en Buenos Aires, por lo que sus maestros la están preparando para hacer audiciones.

"Sueño con poder vivir de esto, conozco varios maestros que lo han logrado, y por eso sé que requiere mucha disciplina, estudio y sacrificio. Esta carrera tiene todo eso detrás, pero cada una de las alegrías que te da, lo valen. Sea donde sea, mi objetivo es vivir de esto. Esa sería mi felicidad", concluye.

El concierto del 4 de noviembre incluye en una primera parte, arias de óperas, y en la segunda parte, canciones de música de cámara.

 

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