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Los comprobados beneficios de practicar la meditación

Martes, 18 de octubre de 2022 01:04

La meditación es una manera de incorporar las profundidades del psiquismo inconsciente a la esfera de lo consciente; una búsqueda como la de la transmutación alquímica del espíritu, la conversión en persona armónica.

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La meditación es una manera de incorporar las profundidades del psiquismo inconsciente a la esfera de lo consciente; una búsqueda como la de la transmutación alquímica del espíritu, la conversión en persona armónica.

Desde tiempos remotos los sabios de Oriente no aconsejan un método en especial para atenerse exclusivamente a él. Entienden que la meditación es un "proceso". "La meditación -explica el Dalai Lama desde su residencia en Dharamsala, India- no tendrá ningún resultado si no se basa en la realización de un estilo de vida que contemple el ser beneficioso para los demás".

Jiddu Krishnamurti explicaba: "Cuando se medita, cada suceso es totalmente nuevo porque la memoria no puede reconocerlo. Por eso, tampoco puede acumularlo en palabras y recuerdos".

La meditación ha de servir para que la persona mejore en sus aspectos físicos, psíquicos y espirituales lo que, finalmente, dará provecho en su mundo de relaciones tanto con los demás como con el medio ambiente mismo. Pero, claro, hay que entender que todo se basa en concepciones de vida. El oriental tiene tiempos diferentes a los del occidental, que vive rápido, acelerado, aunque sea incapaz de responderse sobre las causas de tal velocidad en su existencia y el sentido que eso pueda tener para su evolución personal. El oriental, en cambio, tiene un concepto de tiempo circular. La arraigada idea de "reencarnación" ha construido en Oriente una vida que a nuestros ojos aparece lenta y ocupada en la búsqueda interior como preparación para la "otra vida" que, según su pensamiento, será más placentera y evolucionada. El occidental, entre las desventajas del mundo moderno, ha encontrado en la meditación numerosos beneficios. Es una herramienta clave para combatir el estrés y evitar el "cansancio crónico". Otra ventaja de tan antigua técnica es la posibilidad de encontrar estados de serenidad, más o menos duraderos. En líneas generales, si alguien consigue meditar todos los días en condiciones correctas, logra el desarrollo de la fenomenología parapsicológica, un aumento en la capacidad de memorización y comprensión y la disolución de angustia, ansiedad, dolores y enfermedades psicosomáticas. Además, alcanza el sueño plácido.

En la Universidad de Harvard se estableció que el 85% de las personas adictas a estupefacientes dejaron de usarlos cuando comenzaron a realizar prácticas diarias de meditación. La investigación demostró que los meditadores se convierten en personas más serenas, capaces de encontrar soluciones rápidas a sus dificultades. Los trabajos demostraron que durante la meditación el consumo de oxígeno disminuye notablemente y varía la composición de la sangre. Las investigaciones de Harvard señalaron que la meditación aleja enfermedades por una causa sencilla y clara: el meditador se vuelve una persona armónica, con serenidad interior y predisposición positiva. Todas las dolencias originadas por el nerviosismo cotidiano -estrés, problemas ulcerosos y trastornos cardíacos- se superan.

Las técnicas que mejor resultado han demostrado tener en Occidente son las originadas hace milenios en la India, el Tíbet y China, traídas de estos países con adaptaciones. Si se desean buenos resultados no se puede recomendar la meditación a quienes ignoran la forma de alcanzar el relax y la concentración. Sólo la tríada relax-concentración-meditación permite al humano actual el aprovechamiento de sus capacidades, usualmente no desarrolladas.

Otros estudios científicos coinciden en que las personas pueden controlar de diversas maneras sus relaciones fisiológicas frente a los acontecimientos. Los yoghis de la India disminuyen, voluntariamente, los latidos del corazón, sobreviven por extensos períodos enterrados o a temperaturas muy bajas, sin comida, y en posturas distorsionadas durante largo tiempo.

En Japón fueron examinados monjes Zen durante la meditación advirtiéndose que el consumo de oxígeno disminuía alrededor del 20% mientras se reducía la eliminación de dióxido de carbono, signos evidentes de una reducción metabólica. Trabajos electroencefalográficos evidenciaron que la meditación produce cambios en la actividad eléctrica del cerebro. Los estudios en los monjes Zen corroboraron paralelamente que, con los párpados medio abiertos, desarrollaban un estado de predominio de ondas alfa. Los cuales son típicos cuando una persona está debidamente relajada, con los párpados bajos. Otra respuesta fisiológica comprobada fue la resistencia de la piel a la corriente eléctrica. Podríamos señalar, finalmente, que quienes realizan ejercitaciones diarias de meditación van logrando aquello que señaló Píndaro hace unos 25 siglos, cuando expresó: "Conviértete en quien eres."

(*) Antonio Las Heras es doctor en Psicología Social y parapsicólogo.

 

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