"La pantalla andina" es el primer filme de la realizadora catalana Carmina Balaguer y aborda la educación del mundo andino en contextos de altura y el compromiso de maestras tenaces con las comunidades aisladas, en medio de cerros de innegable belleza donde reina el sonido del viento y de la naturaleza.
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"La pantalla andina" es el primer filme de la realizadora catalana Carmina Balaguer y aborda la educación del mundo andino en contextos de altura y el compromiso de maestras tenaces con las comunidades aisladas, en medio de cerros de innegable belleza donde reina el sonido del viento y de la naturaleza.
La escuela de la comunidad andina de Yaquispampa es la más aislada de los Valles de Altura de la provincia de Jujuy. Su directora, Silvina Velázquez, acompaña por primera vez a un equipo de cine móvil a proyectar películas infantiles allí, donde un grupo de seis niños se educa a 3.000 metros de altura. Llegan después de caminar 20 horas tras una travesía que alcanza los 4.200 metros y que parte desde Tilcara. El único acceso posible es a través de un camino de herradura. Con sensibilidad y una narración etnográfica, por momentos poética donde la naturaleza se convierte en un personaje más, la cineasta cuenta esta historia singular enclavada en el mundo andino.
¿Qué camino tuvo el documental hasta ahora?
La película se estrenó en diciembre en el 14º Mendi Film Bilbao-Bizkaia 2021, un festival muy bien posicionado del País Vasco (España) dentro del circuito de cine de montaña. Esa fue la primera vez que se vio públicamente y ya tenemos una estrategia de festivales creada y la idea es poder recorrer otros espacios en España y Europa y también de América Latina especialmente a Argentina porque es el lugar donde ha nacido la historia, así que queremos llegar a Jujuy pero también otros lugares del país.
¿Cómo nace la idea del filme?
Yo viví 6 años en Argentina, 5 estando en Buenos Aires y luego me instalé en la provincia de Jujuy en el 2018. Yo soy periodista, escritora freelancer y estaba muy interesada en realizar un estudio sobre el rol de la mujer en el mundo andino y me trasladé a Jujuy por eso y cuando arribé me quedé la Quebrada de Humahuaca y fue en medio del Festival Internacional de Cine de las Alturas que se estaba desarrollando y la misma tarde que llegué conocí el programa del Cine Móvil a través de este encuentro cinematográfico y me puse en contacto con miembros del equipo para saber qué actividades hacían y en este marco había un encuentro de "cinemovileros" y me enteré de la labor del Cine Móvil Jujuy y me pareció muy interesante y valiosa y me llamó muchísimo la atención.
Luego hice muy buen feeling con Asunción Rodríguez, la responsable de Cine Móvil Jujuy y empecé a subirme a la camioneta con ellos cada vez que hacían un viaje a algún lugar distinto o a lugares alejados. Ellos me avisaban y yo me sumaba. Así fue como fui observando el gran trabajo que hacían.
Ellos mismos me contaron de la realidad de los Valles de Altura en los que había escuelas donde no podían llegar con el Cine Móvil porque no había caminos y que tenían el sueño de poder arribar alguna vez en mulas o caminando. Me lo contaron como un anhelo y entre risas. Y yo les dije que si algún día lo hacían me tenían que avisar porque yo tenía que contarlo porque me parecía fascinante.
Y finalmente nos emocionamos todos con este proyecto, ellos decidieron que querían ir hasta esas escuelas caminando y preparar toda la logística y yo me sumé porque lo quería contar y creía que la mejor manera de hacerlo era en forma audiovisual, no escrita, porque cómo estamos hablando de cine ese era el formato con el que se debía retratar la historia. Yo anteriormente en mi tierra natal había trabajado muchos años en el mundo del cine y la TV, pero haciendo "street casting", buscado personas reales para películas de ficción y al llegar a Jujuy y encontrarme con esta historia sentí que el cine volvía de otra manera a mi vida.
¿Cómo eligió a su protagonista?
Empecé a trabajar en el guion y sentía que me faltaba como un personaje que pudiera hilar toda la historia y que fuera más allá del cine porque para mí el cine es la excusa para poder entrar en esos mundos y poder contar otras cosas de esos mundos como la educación en altura, el vínculo que el mundo andino tiene con la tierra etcétera, porque esto no es solamente la historia de un equipo de cine que llega a esta comunidad sino que el equipo de cine es finalmente un espectador qué accede por primera vez a un mundo distinto, muy aislado y que tiene mucho para contarnos y del que podemos aprender.
Entonces durante la preparación de esta historia conocí a la protagonista del documental, ella es Silvina Velázquez, la directora de la Escuela de Yaquispampa (en ese momento era la directora de la Escuela de Alonso) conversé con ella (y también con otras maestras) y tuve muy claro que ella era el personaje que podía mejor representar lo que buscaba.
¿Qué es lo que más recuerda de todo este proceso?
Todo, porque como recién ahora se está estrenando el documental yo aún no salgo del proyecto, para mí no es algo del pasado, porque yo estoy inmersa en esto desde hace 3 años. Pero supongo que lo que más recuerdo ahora es el polvo, la tierra, esa sensación de territorio, de terreno, de tierra física, todo ese ambiente es como la puerta a una mirada sobre la vida que a mí me interesa mucho y que quiero contar.
¿Y de Jujuy que es lo que más recuerda?
Jujuy es un lugar con el que sigo conectada periódicamente por este proyecto. Es un lugar que ha sido un punto bisagra en mi vida, ha habido un antes y un después. Y es el lugar que me ha hecho amar el mundo andino como nunca, siempre lo tuve en consideración pero Jujuy es el lugar que más me abrió las puertas a ese territorio, pero no solo eso, sino que también Jujuy me ha permitido amar mis raíces de otra manera porque al ser un lugar donde las raíces están tan claras es una invitación a que cada uno mire sus propias raíces.
¿Tiene prevista proyecciones del documental en Jujuy?
Estamos trabajando para que llegue a Jujuy. El Festival de Cine de las Alturas conoce el proyecto y lo ha seguido desde el inicio y hay una buena comunicación, y la intención es proyectar la película en este marco y además, cuando las condiciones estén dadas, queremos regresar a la Escuela de Yaquispampa y que la comunidad pueda ver el filme junto al Cine Móvil. Y aparte para mí es muy importante llevar esta historia a otros territorios porque creo que es poner luz a una realidad y a unos valores que no se conocen en todos los lugares y me interesa mucho que se puedan conocer.
¿Qué nos puede contar de su actualidad laboral?
Yo soy freelancer y escribo con regularidad para la revista de viajes de National Geographic, hace años que colaboró con ellos y lo sigo haciendo. Y en la actualidad me dedico a escribir memorias de vida por encargo, para familias o personas que quieren traspasar al papel sus historias de vida y documentarlas.
Que interesante
Sí, me llama muchísimo la atención que haya gente que quiera hacer esto, que existan familias que quieran dejar algo para la posteridad. Yo creo que todo el mundo tiene algo para contar y esto es una constatación que es así, hay gente que quiere contar su historia está en su derecho.
¿Cuáles son sus próximos proyectos?
Aparte de la distribución del documental, estoy escribiendo un libro sobre mujeres líderes de Jujuy. Yo en primera instancia llegué a Jujuy por eso y luego surge el documental pero mi intención era investigar el rol de la mujer y estoy escribiendo sobre ello y ya será para el 2022.