Gran cantidad de personas llegaron hasta el Santuario de la virgen de Río Blanco y Paypaya en este tercer domingo de peregrinación que estuvo dedicada a los enfermos.
Personas de distintas comunidades dijeron presentes en esta nueva jornada de adoración y honras a la mamita, patrona de nuestra Provincia.
La misa estuvo presidida por el obispo de la Diócesis de Jujuy Monseñor César Daniel Fernández quien en su homilía ponderó el rol de Dios y la Virgen en la vida de los enfermos, de aquellas personas que sufren.
Dijo que “Dios no se muestra indiferente ante el sufrimiento humanos que es por eso que quiso probarlo y sentirlo y se hizo hombre, muriendo en la cruz. Nosotros comprendemos la inmensidad del sufrimiento de Jesús en la cruz y por otro lado la inmensidad del amor que el cargo por cada uno de nosotros. El amor infinito de Dios es el que nos salvó”.
Jesús nos dice “yo no los miro desde arriba, desde el cielo, viendo como cada uno carga su cruz, yo me puse al lado de ustedes y cargue la parte de sufrimiento de dolor, de la cruz que nosotros no podríamos soportar”, el obispo agregó que Dios no nos da mayor sufrimiento del que podamos soportar, sino que él nos dejó un pedacito de su cruz, de su dolor para que nosotros carguemos pero que era Jesús quien en su cruz tenia nuestro sufrimiento.
Dijo que hay muchas personas que no tienen fe y que muchas veces aquellos que si la tienen reniegan de algunas circunstancias que les toca vivir y dijo que la diferencia es que “los creyentes vivimos nuestra cruz con Jesús y eso lo hace más llevadero, más dulce, que podamos llevarnos con dignidad y abrazándonos a él, abrazando nuestra cruz y nuestros sufrimiento. Dejemos en el corazón de Jesús nuestro dolor, nuestras angustias. Dejemos que se abracen el dolor, el sufrimiento y sepamos que de un breve padecer tendremos una eterna gloria en el cielo”.
Agregó que es María quien acompaña el dolor de quienes sufren y que es por eso que los cristianos deben abrirse a los brazos de la virgen porque ella es el ejemplo del amor solidario. “Es decir que, nosotros como cristianos debemos aliviar el dolor de aquellos que sufren. Debemos poner en el corazón de María nuestras penas y dolores. Dejemos que la madre pase su mano por nuestro dolor, nuestro sufrimiento y nos sane”
De la Eucaristía participaron miembros de la Villa 1-11-14 de la provincia de Buenos Aires que son quienes todos los años visitan al Santuario de la Virgen de Río Blanco y Paypaya.