La única caricia que recibía su cuerpo eran las asperezas de las piedras que laceraban su piel, buscaba apaciguar su sed con el agua estancada de los sumideros y de las veredas de las calles. Inmersa en su terrible y desgarrador mundo, intentaba abrigarse del frío con sus frágiles patas que alcanzaban entrelazarse en su pequeño porte.
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La única caricia que recibía su cuerpo eran las asperezas de las piedras que laceraban su piel, buscaba apaciguar su sed con el agua estancada de los sumideros y de las veredas de las calles. Inmersa en su terrible y desgarrador mundo, intentaba abrigarse del frío con sus frágiles patas que alcanzaban entrelazarse en su pequeño porte.
Un mes, dos o quizás mucho más fue el tiempo en que Lupita, una cachorrita que en ese momento tenía cinco meses de edad, fue abandonada a su suerte en Los Alisos, (ubicado en el cruce de la Ruta Provincial 8 y la Ruta Nacional 9). Este breve relato no logra expresar con certeza por todo el dolor que pasó la pequeña guerrera antes de ser rescatada. Pudo haber experimentado una muerte solitaria y aterradora, pero aparecieron ángeles humanos que le devolvieron una segunda oportunidad de vivir. Y ahora este angelito sueña con una familia que la ame y la cuide como se lo merece.
La perrita estaba gravemente enferma, había perdido casi todo su pelaje, debido a sus bajas defensas y la sarna que se apoderaba de cada parte de su cuerpo. Por el terrible decaimiento físico que presentaba, todo parecía indicar que su destino era una desgracia inminente. Pero fue en ese momento en que intervinieron personas conscientes y responsables que hicieron hasta lo imposible por recuperarla.
Mientras apelaban a la solidaridad de las personas con notas y publicaciones en las redes sociales, apareció una voluntaria del barrio Alto Comedero que se hizo cargo de su atención veterinaria, la perrita fue sometida a un tratamiento para recuperar su pelaje.
Esta mejoría no hubiera sido posible sin la ayuda de otra amante de los perros, del barrio Mariano Moreno, quien la cuida incondicionalmente, la alimenta y le dio la oportunidad de recuperar la alegría para que pueda ser adoptada por una familia que la ame incondicionalmente.
La cachorrita hoy tiene 6 meses de edad y pronto será castradita. Es súper cariñosa y le encanta jugar con los gatitos y otros animales. Come solita y sabe hacer sus necesidades donde se le enseñe.
Lupita es una perrita milagrosa que estuvo al borde de la muerte y luchó hasta el final por sobrevivir. Ahora espera encontrar un hogar permanente igual de hermoso que ella, en el que pueda ser feliz tal como siempre ha merecido. Quien desee adoptarla deberá comunicarse al 3884723148.