El economista y jefe para el NOA de la Fundación Mediterránea, Lucas Dapena, dijo que lo más importante para la economía de la región es retomar actividades que había en prepandemia, como volver a la normalidad en la conectividad aérea. Señaló que en este tiempo de crisis, no es negocio guardar los pesos en el colchón o en la caja de ahorro, sino en un plazo fijo ajustable por inflación o comprar bienes de la economía real.
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El economista y jefe para el NOA de la Fundación Mediterránea, Lucas Dapena, dijo que lo más importante para la economía de la región es retomar actividades que había en prepandemia, como volver a la normalidad en la conectividad aérea. Señaló que en este tiempo de crisis, no es negocio guardar los pesos en el colchón o en la caja de ahorro, sino en un plazo fijo ajustable por inflación o comprar bienes de la economía real.
¿Qué se espera en materia de economía para el 2022?
Yo creo que antes de proyectar el año 2022, primero se tienen que terminar de cerrar ciertas cuestiones, sobre todo, tratar de definir qué es lo que va a pasar con el Fondo Monetario Internacional FMI, con lo cual hay bastantes vencimientos. Creo que son siete u ocho vencimientos por más de dos mil millones, más el del Club de Paris, en el mes de mayo, por dos mil millones. Entonces, dependiendo de cómo se acuerde con el FMI, es la presión que va a tener el país para ver si consigue dólares, para ver si hay o no default. Estamos en un proceso de recuperación de lo que fue la caída del año 2020, varios sectores no llegan a niveles previos a la pandemia, como de 2019, sobre todo la economía del NOA. Sí queda margen para que la Argentina siga recuperando lo perdido, ahora, depende mucho de las decisiones que se tomen en este último tiempo. No nos olvidemos que no es el acuerdo con el FMI, sino qué se le dice al fondo que se va a hacer con ciertas cuestiones, como por ejemplo, cuántos tipos de dólar hay, el déficit fiscal, las restricciones a las importaciones, las exportaciones, tarifas subsidiadas, la emisión de dinero, etc.
¿Qué visión hace en torno a la inflación este año?
La inflación es como un auto que viene acelerando y de repente uno deja de acelerar. No es que el auto se frena en ese momento, sino que el envión que tiene el auto hace que siga avanzando. Con la inflación sería más o menos lo mismo, es decir que, más allá de las medidas que se tomen -en el caso que se tomen- que es dejar de emitir dinero, hay una inflación inercial que va a seguir por los próximos seis o siete meses. Entonces, si va a subir o bajar la inflación, depende de las medidas que se tomen. Pero no es que de un mes para otro va a dejar de haber inflación.
¿Cómo ve el escenario económico en el NOA?
Yo creo que en este momento lo más importante para la economía del NOA es retomar ciertas actividades o cuestiones que había prepandemia. Siempre doy un ejemplo, volver a la normalidad en la conectividad aérea. Es algo que bajó y que recién de a poquito va volviendo. Jujuy, Salta, Catamarca y Tucumán viven mucho del turismo, entonces es importante que esté la logística para que los turistas lleguen. La economía regional la vemos atada a lo que pase a nivel nacional.
Hay incertidumbre por el ingreso de la nueva variante Ómicron y se va a aplicar el pase sanitario. ¿Esto cómo podría impactar en la economía?
No podemos perder la conectividad entre provincias, porque Jujuy, Salta, Catamarca y Tucumán dependen mucho del comercio, de la actividad interprovincial, es decir que nos llegue el camión con yogures, que vaya el camión con cereales, entonces ante esta nueva amenaza, el pase sanitario, que es algo interno, no me parece mal.
¿Qué tan importante es lograr el acuerdo con el FMI?
El Fondo Monetario Internacional (FMI) se lo conoce como el prestamista de última instancia, y los países, inclusive Argentina, son dueños de este organismo. Eso significa que cuando nadie más te presta plata, ellos lo hacen, a tasa de interés más baja del mercado. Pero como atrás no hay un fin de lucro, sino que lo que hay es tratar de ser prestamista de última instancia, para que los países arreglen sus situaciones económicas, te piden ciertas condiciones. Lo que pasa es que siempre en países como el nuestro, es mucho más fácil echarle la culpa al fondo, que asumir los problemas de los cuales nosotros somos los propios causantes. ¿En qué sentido somos los propios causantes? Prácticamente desde los últimos 50 años, hemos vivido en déficit, hubo años que no. Siempre hemos gastado más plata de la que nos entra y esa plata se conseguía ya sea pidiendo prestado o emitiendo dinero. Entonces, le dijimos al fondo que nos preste plata así le devolvemos a los bancos, pero el FMI nos presta siempre y cuando acomodemos ciertas variables de la economía, por ejemplo, que se gasta más plata de la que entra. Y esa es la gran discusión política que hay en el oficialismo.
¿Cuál es la solución?
Más que ajustar, la mejor solución para el país sería que crezca económicamente, lo que le va a dar más recursos para llevar adelante todos sus gastos. Ahora, para crecer, un Gobierno tiene que tener confianza y previsibilidad. Y ahí está el gran cuestionamiento que se le hace en este momento al Gobierno nacional, si hay confianza y credibilidad para llevar adelante los cambios.
En este tiempo de crisis ¿es conveniente ahorrar en pesos?
No es negocio guardar los pesos en el colchón o en la caja de ahorro, porque con una inflación del 3 o 4% mensual, esa plata pierde valor. ¿Qué podría hacer la gente?, si quiere seguir teniendo la plata como ahorro, que haga un plazo fijo ajustable por inflación en cualquier banco. La otra alternativa, siempre y cuando se pueda, es que esa plata la utilice, ya sea para cambiar la cocina, comprar un calefón o cambiar el microondas. Es decir, que se la utilice en comprar bienes de la economía real, porque con la inflación que hay, los precios van a seguir subiendo. Esta sugerencia no es para ganar, sino para no perder en los pocos ahorros que pueden tener.