La situación económica en general resentida por la cuarentena debida a la pandemia del Covid 19, tiene en cada sector una forma diferente. En el caso de los trabajadores del teatro independiente de todo el país y de nuestra provincia, repercute fuertemente, por lo que desde el Instituto Nacional del Teatro (INT) se implementó el Plan Podestá en la primera hora de este aislamiento, con el objetivo de paliar esta crisis. Se trata de un plan histórico para la preservación del Teatro Independiente Argentino ante la situación de emergencia. La primera etapa salió en el mes de marzo, y la semana pasada se lanzó la segunda (las solicitudes se recibirán hasta el 22 de este mes).
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La situación económica en general resentida por la cuarentena debida a la pandemia del Covid 19, tiene en cada sector una forma diferente. En el caso de los trabajadores del teatro independiente de todo el país y de nuestra provincia, repercute fuertemente, por lo que desde el Instituto Nacional del Teatro (INT) se implementó el Plan Podestá en la primera hora de este aislamiento, con el objetivo de paliar esta crisis. Se trata de un plan histórico para la preservación del Teatro Independiente Argentino ante la situación de emergencia. La primera etapa salió en el mes de marzo, y la semana pasada se lanzó la segunda (las solicitudes se recibirán hasta el 22 de este mes).
Conversamos con Jimena Sivila Soza, representante provincial del INT para interiorizarnos sobre cómo se desarrolló la primera parte de este plan de emergencia en Jujuy, y cuál es la situación particular de los teatristas de nuestra provincia.
Sobre cómo se vive el panorama en Jujuy, explicó que “tenemos un gran número de artistas que tienen un trabajo estable como docentes de teatro, pero también hay otro grupo que no, que además tenía vínculos laborales como monotributistas, por lo tanto están relacionados a la actividad artística desde la gestión, lo que hoy está impedido. También hay muchos jóvenes que tenían tipos de trabajos más informales, que están viendo qué hacen”.
Dentro de un elenco en Jujuy, aproximadamente un 50 % de sus integrantes tiene un trabajo estable (entre los que también los hay a los que el sueldo de docente no les cubre sus necesidades básicas), y el otro está directamente vinculado a talleres independientes o a los servicios como artistas.
Sivila Soza explicó que en la primera etapa hubo una ayuda a todas las salas del país, registradas en el INT, con subsidios de funcionamiento; y a las obras que están en los catálogos. “A las salas se les otorgó 60.000, 90.000 y 120.000 pesos según el caso, como una ayuda extraordinaria para cubrir los costos fijos, por ejemplo el promedio de gastos que tiene una sala en Jujuy mensual fijo es de 38.000 pesos (la que más necesita), e incluye no sólo servicios de luz, agua e impuestos, sino además los sueldos que tienen las salas en técnicos, diseñadores web y mantenimiento por ejemplo”.
Y explicó que : “Esta ayuda tiene un fin solidario que se propone que el dinero que llegue se distribuya entre los artistas que trabajan en la sala que más necesiten”.
Por otra parte, “a los grupos se les compran una o dos funciones anticipadas de las obras que estén en vigencia. En este sentido, contó que en Jujuy solamente se compraron 70 funciones anticipadas a nuestros elencos. Esas funciones tendrán que ser programadas para un plan institucional del INT, pasada la cuarentena”, comentó.
“Este plan de emergencia en el que el INT destina 100 millones exclusivamente para este fin, se cumplió en una primera etapa para salas y elencos, y ahora, hasta el 22 de mayo se reciben las solicitudes para la segunda etapa, destinada a los eventos teatrales. Hay una cantidad de eventos que el INT subsidia en todo el país, y que en Jujuy son aproximadamente 9 entre encuentros, festivales, y otros que se hacen en forma anual y que normalmente piden la ayuda; y otros tantos, entre 15 y 18 que no la piden”, informó.
“Ahora se está pensando en esta ayuda, en cómo ayudar a los gestores, para que cuando esta cuarentena termine, y empiece de a poco la vida pública. El objetivo es motivarlos para que sigan trabajando en la gestión, los formularios, líneas de ayuda, etc.”, se explayó Sivila Soza.
“La otra parte de esta segunda etapa está destinada a otros sectores más informales, autogestivos, vinculados a los artistas de circo, de murga, títeres y otras variables dentro de las artes escénicas vinculada al teatro comunitario y popular”, continuó.
Es decir que en una primera etapa el Plan Podestá estuvo destinado a las grupalidades y en la segunda etapa contempla a artistas que trabajan en forma individual, “que no están en una obra pero que tienen algún tipo de actividad artística, o no tenían una obra en este momento, y quedaron afuera en la primera etapa”, continuó. “Recibirán 10.000 pesos a partir de un video o una propuesta online”, explicó.
La representante del INT en Jujuy hizo hincapié en que se trata de un plan con espíritu solidario, porque “la recaudación que tiene el INT no va alcanzar para todos los artistas, y entonces tenemos grupos que están recibiendo una ayuda anticipada y si son seis integrantes, no la reparten entre todos, sino entre los que no tienen una mensualidad. Hay grupos en el país que sólo viven del teatro, venta de funciones en las escuelas, como elencos de títeres, o de teatro infantil o adolescentes, de venta en municipios que hoy tienen parada la actividad. Es menester instalar la idea de la solidaridad porque no es mucho el presupuesto”, aseguró.
Pedidos al INT
“El INT Jujuy fue creciendo en los pedidos de ayuda. En 2014 contaba con 14 pedidos de ayudas y expedientes y el año pasado tuvimos alrededor de 54 solicitudes. El crecimiento es mayor, y por lo tanto los grupos tienen experiencia en tramitar”, comentó Sivila Soza.
Además, se está haciendo un seguimiento y asesoramiento a los postulantes para que puedan concluir sus presentaciones.
La oficina en Jujuy funciona desde las casas, por lo tanto, los interesados tienen que comunicarse por mail o por teléfono.
Y otro detalle es que “en este marco se facilitó el pago de la segunda cuota de todos los espacios de construcción, puesto que para eso había que hacer una rendición de la primera etapa, pero eso se liberó, por lo que el teatro que se está construyendo en Tilcara sigue su curso, y ese dinero sirvió para dar trabajo a los obreros que los están realizando”, comentó. En resumen, la funcionaria aclaró que en este tiempo ingresaron a la provincia 1.600.000 pesos para grupos, y 3.500.000 para salas, “o sea que ingresa dinero en la provincia, y es para trabajo, y activar la economía de los teatreros”.
Entre las dos etapas se asistirá a más de 10.000 trabajadores teatristas
Para los detalles de la implementación a nivel nacional del Plan Podestá, El Tribuno de Jujuy se contactó con Ariel Molina, secretario general del INT.
“En principio el Plan Podestá fue una iniciativa que surgió a partir de lo que sabíamos que se venía en los días previos al 18 de marzo, que fue la reunión del consejo de dirección, y el 19 empezó la cuarentena, pero ya teníamos información concreta de lo que se podría venir”, comenzó explicando.
“Se pudo hacer a partir de la asunción de Gustavo Uano, quien permitió consolidar de nuevo la presencia del Consejo de Dirección. De otro modo hubiera sido inviable cualquier tipo de apoyo”, comentó.
El año pasado el consejo no sesionaba porque el director anteriore entendía que al faltar la designación de dos representantes provinciales, no se podía trabajar. “Había una diferencia en las interpretaciones legales, el director anterior consideraba que no estaba constituido el cuerpo. El resto considerábamos que sí, porque había quorum. Esta interpretación de quorum fue la que tomó el ministerio que asumió en diciembre, y eso posibilitó poner en marcha el organismo”, aclaró.
“Esto lo señalo para valorar que la institución permitió ponernos en marcha y sacar rápido una política específica sobre la crisis, que tuvo que ver con redireccionar de los recursos que tenemos asignados para el año. Volcamos prioritariamente un monto cien millones asignados, a esta emergencia”, explicó, “no es que recibimos un insumo extra presupuestario, sino que reasignamos recursos que estaban destinados a otro tipo de acciones, y lo volcamos a atender en primera instancia, sectores y espectáculos que estaban con nuestro sistemas de subsidios habituales”.
“Esto nos permitió salir con un apoyo que a los quince o veinte días estuvo ya disponible en las cuentas de los beneficiarios, como un aporte extraordinario para paliar el efecto de la parálisis total. Implicó 40 salas y 78 espectáculos que estaban en el catálogo que estaban en el INT. Más adelante se complementó con una nómina de 622 espectáculo que habían recibido subsidio entre 2018 y 2019”, continuó.
Y en el afán de demostrar el impacto, mencionó que “este volumen calculamos que llega a 5200 trabajadores de la actividad teatral independiente, en la primera etapa. A mediados de abril resolvimos lanzar una segunda etapa. Lo que la diferencia son los apoyos divididos por regiones del país. Como mínimo cada región debe recibir un 10 por ciento del presupuesto para atender a los que tienen mayor demanda poblacional, como las que necesitan un aporte extra para atender las condiciones adversas geográficas”, expresó.
“En esta segunda etapa nos dedicamos a apoyos sectorizados, a las necesidades regionales. Se pudo incluir a otra serie de salas que no habían entrado en la primera etapa, y un número importante de producciones, más o menos proporcional a lo que fue la primera etapa, es decir unos 5.200 trabajadores más”, continuó.
Sobre la reprogramación de los eventos anuales, comentó que “de las fiestas provinciales de este año, quince se iban a hacer entre marzo y mayo. Y la fiesta nacional estaba prevista para fines de junio. Todo este esquema quedó pendiente y se corre para ver si es posible o no reprogramarlo durante este año. Estos eventos institucionales están suspendidos, y parte de los recursos de estas fiestas se vuelcan ahora a la emergencia”, aclaró Molina.
“La actividad teatral está en general en un momento de absoluta zozobra porque no hay posibilidad de generar ningún tipo de ingresos, y porque estamos seguros que va a ser de las últimas actividades que va a volver a funcionar, cuando se vayan levantando gradualmente los niveles de aislamiento social. Hay mucha angustia en todo el sector, los recursos que tiene el organismo son limitados y estaban previstos para otro tipo de acciones”.
“No hay recursos extras para distribuir, en algún momento se va hacer corta la frazada, lo que implica que hay miles de compañeros teatristas que la van a pasar realmente mal”.