Buenos Aires, 30 mayo (NA) -- El Senado aprobó esta tarde por unanimidad y giró a la Cámara de Diputados un proyecto de ley que establece que todos los ciudadanos mayores de edad sean donantes a menos que manifiesten su voluntad de no serlo.
La llamada "Ley Justina", en homenaje a la niña de 12 años que falleció el año pasado por no recibir un trasplante de corazón a tiempo, fue aprobada por con 68 votos y enviada a la Cámara baja para su sanción definitiva.
El proyecto, impulsado por los padres de Justina Lo Cane y presentado por el senador de Cambiemos Juan Carlos Marino, modifica la actual ley 24.193 de trasplante de órganos, de manera que toda persona mayor de 18 años será considerada como donante.
¿De qué se trata la Ley Justina?
La iniciativa viene a modificar la actual ley de trasplantes, de manera que toda persona mayor de 18 años sea considerado como donante de órganos y, en el caso contrario, que quede explícitamente establecida la voluntad de no serlo.
Esta nueva norma está basada en tres pilares:desmitificar, simplificar y liberar a las familias de tomar una decisión en el momento trágico de la muerte de un ser querido.
"El proyecto busca cambiar el paradigma sobre trasplante de órganos en la Argentina ya que, de prosperar, todos seremos donantes salvo que manifestemos nuestra voluntad en contrario y no sea necesario consultar a ningún familiar para confirmar o rechazar esa decisión", aseguró el legislador.
Registro de No donante
"La donación de órganos no va a ser una imposición. Se creará un registro para no donantes. O sea que será al revés. Si se aprueba nuestra propuesta, a partir de los 18 años todos somos donantes, salvo que expresemos por escrito nuestra negativa", subrayó el legislador.
El artículo 3 de la nueva ley es la que prevé examinar la documentación del fallecido para constatar si expresó su voluntad negativa en el Sistema Nacional de Información de Procuración y Trasplante de la República Argentina (SINTRA).
Más presupuesto para el Fondo Nacional del Transplante
La otra arista importante es la asignación de un 20 por ciento del Fondo Nacional del Trasplante para la formación y capacitación específica en todo el proceso de donación para procuradores, enfermeros y médicos.
Esto significa que el proyecto contempla un "presupuesto importante para el Incucai", que será destinado a la capacitación y adecuación a las nuevas tecnologías de enfermeros, camilleros, médicos y personal de guardia de los hospitales "para que las ablaciones tengan un ciento por ciento de efectividad".
"Estamos todos los argentinos involucrados en esta ley, por eso quiero pedirle a todos los Senadores y Diputados de todas las bancas, que vean esto como algo que va a ser infinito, porque va a salvar vidas", aseguró Paola Lo Cane, mamá de Justina.
El proyecto, que cuenta con el apoyo de varias Fundaciones, ONGs, médicos del área de trasplante, padres, madres, familiares y amigos de personas en espera de trasplante y trasplantados, pretende que no haya más casos como el de Justina, quien no tuvo la oportunidad de seguir viviendo.
La iniciativa requirió un estudio previo de legislación comparada. Al respecto, Marino indicó que las modificaciones planteadas "son un compendio de leyes de diferentes partes del mundo que hemos adecuado a nuestra idiosincrasia".
"Pretendemos cambiar el paradigma en la donación de órganos, que Argentina se convierta en el principal país del mundo en la materia y así poder dar respuesta a los casi 8 mil argentinos que hoy esperan un trasplante", concluyó.