La profesora explicaba el uso del Cuadro de Punnett, un diagrama útil para determinar el grupo sanguíneo de un hijo según el de sus padres, cuando Anya Hettich comenzó a atar cabos y se dio cuenta de que algo no encajaba bien en su historia de vida.
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La profesora explicaba el uso del Cuadro de Punnett, un diagrama útil para determinar el grupo sanguíneo de un hijo según el de sus padres, cuando Anya Hettich comenzó a atar cabos y se dio cuenta de que algo no encajaba bien en su historia de vida.
La estudiante tiene sangre AB, pero su madre es A y su padre O. Esto es imposible según Punnett, pues los genes A y B son dominantes y el gen O es recesivo. Entonces, como en este ejemplo, si un gen O está emparejado con un gen A, el tipo de sangre será A, no AB.
Segura de que había un error, la profesora le pidió a la alumna que fuera a casa y confirmara que todos los tipos de sangre eran correctos. Ella lo hizo, y regresó con una revelación sorprendente que contó a toda el aula.
Resulta que el debate dejó al descubierto un secreto: Hettich no es hija biológica de su padre, sino en realidad del hermano de este, su tío. La joven llegó a la conclusión tras analizar los tipos de sangre de su familia cercana y ante la evidencia, su madre lo admitió. Durante 21 años había ocultado la verdad a su esposo, al padre biológico de su hija y a la niña.
El final de la historia no es feliz, porque los padres de la joven estudiante se divorciarán, de acuerdo con la tuitera que contó la historia.
Aunque @anyahettich colocó su cuenta de Twitter privada y ya no podemos ver la curiosa anécdota narrada en sus tuits, sí podemos ver algunas extraordinarias reacciones.
Por ejemplo, otra tuitera, Whitnie Marie, contó: “Mi hermana descubrió que el padre que la crió no era su papá según mi tarea de ciencias del séptimo grado sobre el color de ojos y rasgos hereditarios”.
Fuente: Yahoo Noticias