Nuestro lector ilustrado, el lector melómano y el lector amante de las películas de aventuras y ciencia ficción sabrán con seguridad al leer el título de qué se trata nuestra columna hoy.
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Nuestro lector ilustrado, el lector melómano y el lector amante de las películas de aventuras y ciencia ficción sabrán con seguridad al leer el título de qué se trata nuestra columna hoy.
Sabrá el querido lector, que la leyenda europea del Santo Grial o cáliz con el que Jesús celebró la última cena nos pilla un poquitín lejos. Jujuy y América en ese entonces formaban parte de un mundo ajeno y alejado, con culturas desarrolladas paralelas a las de Europa, donde la Edad Media estaba ocupada con leyendas y reliquias en torno al cristianismo. Ninguno de los lados del océano Atlántico sabía del otro, o ¿quizás si?
Clavos de la cruz, espinas de la corona de Jesús, sábanas, sudarios y el cáliz o grial fueron objetos de búsquedas y largas luchas.
En estos momentos estoy cantando en la región de Valencia y como corresponsal de El Tribuno de Jujuy me toca informar sobre la actividad cultural en esta maravillosa parte de España.
Llegando a Valencia, no se puede dejar de ver la catedral, no sólo por su belleza arquitectónica iniciada con el gótico sino por la reliquia que se encuentra celosamente resguardada en su capilla: el Santo Grial.
En la música vemos el tema del Grial en la ópera "Parsifal" y la locura que tenía Wagner por las leyendas antiguas, en este caso de Wolfram von Eschenbach, pero también en las películas modernas tenemos el "Código Da Vinci" y por supuesto "Indiana Jones", mientras que los amantes de la mitología celta pensarán en el rey Arturo y Perceval, temas de diversas fuentes que acercarán a esta columna a diferentes tipos de lectores.
Pero, ¿qué es esta reliquia?, ¿cuál es su historia?,¿ cómo llegó a Valencia? y ¿será el auténtico Grial?. Todas preguntas que al llegar a la catedral nos invaden y el deseo de responderlas quedará en sólo eso, un deseo.
Las leyendas sobre el cáliz de Jesús se desarrollaron en la Edad Media, donde un deseo de rescatar las reliquias de Tierra Santa de manos de los musulmanes y de traer a Europa estos elementos se transformó en un negocio sólo justificado por la fe. Nadie se atrevía a dudar si el clavo traído de Tierra Santa era un clavo del Gólgota o de una casa situada a dos pasos de distancia.
El lector deberá saber o quizás ya lo sabe, que hay varios Griales en Europa, depositados en monasterios o iglesias. Todos y cada uno aduce ser el verdadero, sin decidirse sobre cuál recaería el ansiado título.
Italia, Inglaterra, Irlanda y España tienen cálices clamando tener derecho a ser reconocidos como el verdadero Santo Grial.
En algunas series de canales de televisión de quizás probado título de científico (concretamente History Channel) vi una vez de casualidad una tarde de verano lluviosa en San Pedro, un programa sobre los Griales en Europa. Un estudio científico de todos ellos, no determina, para tristeza de los valencianos que sea el cáliz de Jesús ni que tenga 2000 años pero es el más antiguo de todos los cálices presumiendo por eso, de ser el auténtico. Quizás como consuelo para los valencianos y españoles esta prueba científica les deje con la esperanza de sí ser el cáliz con el que Jesús celebró la última cena y que con tanto celo se lo diera a José de Arimatea, para que lo tuviera a salvo.
Lo que sí vale la pena, al margen de creer en la exactitud histórica, es ingresar a la capilla e imaginarse el largo camino que recorrió este cáliz y cuántas veces se habrá transformado y fundido hasta tener la forma actual.
La música que ha inspirado el cáliz y la música que se forjó en los caminos que se hicieron nos hacen pensar en los trovadores medievales del rey Arturo, las obras musicales de Hildegard von Bingen en Alemania y claro, el Parsifal de Wagner.
Amigo lector,¿ te animas a buscar en la red los diferentes griales?