Los suplentes de Independiente, en la cancha de Quilmes, necesitaron los penales para eliminar al humilde Camioneros y así acceder a los 16avos de final de la Copa Argentina. Empataron cero a cero en tiempo reglamentario y desde los doce pasos se impuso por 5 a 4. Campaña atajó dos tiros y terminó siendo clave en el festejo final.
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Los suplentes de Independiente, en la cancha de Quilmes, necesitaron los penales para eliminar al humilde Camioneros y así acceder a los 16avos de final de la Copa Argentina. Empataron cero a cero en tiempo reglamentario y desde los doce pasos se impuso por 5 a 4. Campaña atajó dos tiros y terminó siendo clave en el festejo final.
En el inicio mismo del partido, el “rojo” pudo haber abierto el marcador con un tiro de Albertengo sobre el cuerpo del arquero Evangelisti. La pelota ingresó en su totalidad, pero Argañaraz se exigió y dio la sensación que no fue gol. Pero, en la repetición de las imágenes, se certificó que el balón pasó varios centímetros la raya. Fue una jugada rápida que necesitó de tecnología para despejar dudas.
El equipo de Ariel Holan no encontró nunca el rumbo ante un rival que defendió con mucha gente y no dejó espacios libres. Leandro Fernández probó de afuera y pasó cerca; mientras que en la acción siguiente, Toledo fusiló al “Uno” de Camioneros.
Durante la primera etapa jamás se observó la diferencia de jerarquía. Es que cuando se corre y no se piensa, siempre se nivela para abajo. Y así sucedió.
Después del descanso, Holan mandó a sus muchachos al frente. Adelantó las líneas y tuvo 15 minutos al rival en su campo, pero sólo generó una chance neta que Evangelisti se encargó de ahogar el grito de Fernández.
Sin embargo, el “verde” tuvo una chance inmejorable para abrir el tanteador cuando tras un córner, Marcelo Benítez capturó un rebote dentro del área y su disparo con olor a festejo encontró a un Campaña brillante abajo. El arquero, en su primera intervención, se lució a lo grande.
Ante la alarmante falta de ideas, el DT del cuadro de Avellaneda mandó a la cancha a Barco y Martín Benítez, pero pasó nada. La pelota siguió siendo castigada y la única variante para atacar fueron los centros. En el cierre, Martín Benítez reventó el palo y así se llegó a la definición de los doce pasos.