El grupo Estado Islámico reivindicó ayer el ataque suicida que mató a más de 50 personas, la mayoría civiles, cerca de la ciudad siria de Al Bab, que pocas horas antes los rebeldes y las tropas turcas habían retomado de manos de los yihadistas.
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El grupo Estado Islámico reivindicó ayer el ataque suicida que mató a más de 50 personas, la mayoría civiles, cerca de la ciudad siria de Al Bab, que pocas horas antes los rebeldes y las tropas turcas habían retomado de manos de los yihadistas.
En un comunicado publicado en internet el grupo dijo que un suicida “condujo su coche bomba hasta una concentración de soldados turcos y apóstatas” en Susian, un pueblo a unos ocho kilómetros de Al Bab.
Al menos 51 personas murieron en la explosión, la mayoría civiles, según la ong Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (Osdh).
El coche estalló hacia las 8 delante de dos centros de mando rebelde en Susian e hirió también a varios combatientes, indicó la ong.
“Los perros de (Abu Bakr) Al Baghdadi (el jefe de EI) no pudieron soportar esta gran pérdida y sus suicidas empezaron su venganza” por la toma de Al Bab, dijo el comandante Abu Jaafar de las llamadas Brigadas Mutasem.
Jaafar explicó que los combatientes rebeldes, los soldados turcos y varios civiles de Al Bab estaban reunidos en Susian “para organizar el aparato de seguridad y poner en marcha un plan para reconstruir” la ciudad.
“La información llegó a manos de las células durmientes (del EI) que prepararon el coche bomba”, añadió, y explicó que los hospitales cercanos estaban llenos de heridos por el ataque.
La estratégica ciudad de Al Bab, a tan sólo 25 kilómetros al sur de la frontera con Turquía, era el último bastión de los yihadistas del EI en la provincia siria de Alepo.
Un periodista de la AFP que pudo acceder a Al Bab vio gatos abandonados rondando por las calles bombardeadas, husmeando los cuerpos de lo que podrían ser combatientes de EI. En el principal mercado, las puertas de las tiendas estaban reventadas y se veían cajas de comida y medicinas tiradas por el suelo.
Mientras tanto, en el sur de la ciudad, equipos de rescate y buldóceres seguían sacando cuerpos de debajo de los escombros, con mucho cuidado para no hacer detonar minas dejadas por EI. Turquía decidió en agosto pasado enviar tropas a Siria, en una operación para luchar contra los yihadistas pero también contra los combatientes kurdos.